Serendipia y Conocimiento
Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta.
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Por Luis Arturo Gutiérrez


El concepto de Serendipia se define como un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental. Estando a la edad de 13 años se me desato una avidez por la lectura, mi padre tuvo que comprarme una estantería nueva para mi cuarto, ya que dejaba todos los libros regados por la casa (baños, cuartos, carros, muebles, cocina). De repente creció tanto esa pequeña biblioteca que a mi hermano menor quien compartía la misma habitación conmigo, pidió que lo mudaran del cuarto, ya que era imposible convivir en la misma habitación conmigo, se desvelaba con mi pequeña lámpara (ojo no era de halógeno ni mucho menos LED), pobrecito un bombillo de 100w con unos pocos libros sobre su espacio, le hacían incomodar su cita con Morfeo.

En esa época mi padre era Venerable Maestro de la Logia Masónica (V.'. M.'.). Me recuerdo que en esos tiempos mi casa se llenaba de unas personas que me decían sobrino, sus tertulias con güisquis en manos me parecían muy interesantes, cuando ya estaban a punto de ebullición, me sacaban de la conversación con un pequeño: “Hijo me puedes buscar más hielo o tráele unos pasapalos a tus tíos…”. Para entonces mi padre contaba con una hermosa y bien nutrida biblioteca, por supuesto mucho más grande que la mía (pero acato que fue por poco tiempo), solo podía entrar si él estaba presente, pero como todo niño travieso me las ingeniaba para abrir su estudio y poder hojear esos libros que mi madre los definía como libros del anticristo, cuando todo sabemos que la Masonería no es una religión (hasta un niño de 13 años lo sabía) , claro para una madre laica, católica, apostólica y romana no es fácil entenderlo.

En una de esas travesuras mi padre me encontró abriendo con una placa de Rx en su estudio, primero recibí una zaparapanda de golpes (eufemismo de ustedes saben que), seguido de un discurso de que el CONOCIMIENTO no es para todos, ya que se necesita de instrucción y tiempo, por supuesto que le refuté su explicación, acto seguido recibí una retreta de cuerazos (que son 3 sets de 4 piezas cada una). Tiempo después salgo de la casa, a la edad de 16 años, camino a la Universidad a estudiar medicina en la Ilustre Universidad de los Andes (Mérida), tenía edad para disecar cadáveres pero no para ir a una discoteca, ni mucho menos comprar licor en un supermercado. Cuál fue mi sorpresa al ver el escudo de mi Universidad, grabado el lema "Initium sapientiae timor Domini", de repente las palabras de mi papa dichas 3 años atrás, empezaron a tener sentido. 



Como estudie en un colegio de monjas (Congregación Nazaret) no tenía contacto con otras religiones sino la católica, al entrar en la Universidad, cuya palabra proviene del latín universitas, nombre abstracto formado sobre el adjetivo universus-a-um (lo que significa todo, entero, universal), empiezo a tener amigos gnósticos, ateos y judíos. Tuve particularmente una estrecha relación con dos amigos judíos, quienes me enseñaron que en su religión no creen en la suerte, sino en el AZAR, inclusive la palabra MAZAL TOV, el cual es un acrónimo compuesto por tres palabras (MZL): Makon, que significa "el Lugar"; Zman, que significa "el tiempo" y Limud, que significa "CONOCIMIENTO". Esa palabra nuevamente volvió a resonarme en lo profundo del sistema límbico. En fin, el conocimiento, lo entendemos como un proceso mental, cultural e incluso emocional, a través del cual se refleja y reproduce la realidad en el pensamiento, a partir de diversos tipos de experiencias, razonamientos y una última cosa muy importante el "Aprendizaje".

La logia del compás y la escuadra es tan antigua que muchos siglos atrás, antes de la francmasonería existían los Tektones, incluso el filoso Sófocles mencionó en uno de sus escritos que aprendió a filosofar en la vida gracias a su padre que era un Tektone. Sin embargo la Masonería primitiva tiene sus inicios mucho antes que la cultura griega (alrededor de mil años A.C.), sus inicios se remontan a tiempos de los egipcios, donde existía una casta egipcia de los constructores que se consideraba poseedora de sus propios Misterios y su Divinidad, siendo su principal figura "Hiram Abif", muchos años después esa casta de constructores migraron hacia tierras griegas, conocidos como los OBREROS DIONISIANOS (diferente a los Dionisíacos que alababan al Dios Griego Dionisio), se esparcieron por toda Asia menor, llevando no solo sus construcciones y proyectos, sino también conocimientos y aprendizajes acumulados miles de años antes de la era cristiana. Incluso en los evangelios canónicos, y también en los apócrifos, se describe que Jesús, a los 12 años hablaba con los maestros y escribanos de la Ley en el Templo de Jerusalén, ya a los 30 años (comienzo de su predicación) tenía en mente los oficios de la construcción, incluyendo frases propias de los albañiles.



Para no desviarme del tema, les cuento un vivencia que acaeció mientras realizaba mi rural en la localidad de Moruy, en la península de Paraguaná. Como todo médico de pueblo hice buenas amistades al tanto que fraternizaba y conocía muy bien a todos sus pobladores. Un caso muy sonado fue el de una familia numerosa a quienes le veía a todos sus hijos, incluso realizaba el control prenatal a la madre, faltando poco tiempo para terminar mi Artículo 8, el patriarca de esa familia se ganó el Kino Táchira por una suma exorbitante, 100 millones de bolívares (aproximadamente 200 mil dólares), cuando mi sueldo era de 48.000 Bs., contando todos los bonos. Para mi sorpresa el padre fue para la capital a salir en televisión y cobrar ese enorme cheque, después de eso más nunca se volvió a ver en el pueblo, abandonando su hermosa familia y su hogar. Muchos años después realizando mi 2do postgrado, pero esta vez en la UCV, me encuentro al señor, muy acabado, desaliñado, vendiendo cargadores de celulares en la autopista Francisco Fajardo. Me recordó a un viejo libro del escritor Leo Perutz “El Judas de Leonardo”. Ese es el mejor ejemplo de suerte y azar, puedes estar en el sitio y la hora señalada, pero sin conocimiento no avanzaras muy lejos.

¡MAZAL TOV!


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Biblioteca Pública Arús, situada al Passeig Sant Joan de Barcelona (Kippelboy, Wikimedia Commons)