El Campo de Golf más armónico con la Naturaleza
Inmerso en el Parque Nacional el Ávila (Waraira repano), con más de 85 mil hectáreas de bosques que nos circundan. Bosques de diferentes características, dependiendo de la altura que nos encontremos sobre el nivel del mar
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Por Pedro Azuaje
Superintendente de Campo

Predominan alrededor del Campo de Golf los Bosques Semideciduos Estacionales, ubicados entre los 500 y los 800 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.). Más arriba, hacia donde nuestra mirada se dirige a las alturas, en las montañas aledañas al Campo, están los Bosques Submontanos, siempre verdes, entre los 800 y los 1.500 m.s.n.m.. Y si observamos hacia el norte en las cimas lejanas, tenemos las Selvas Nubladas, un Ecosistema de los más preciados y delicados de todo el Planeta Tierra. Por allá en esas alturas (entre los 1500 y los 2.200 m.s.n.m.), se han visto hasta Dantas en estado silvestre, mamífero, que en tiempos pasados se encontraba en los alrededores del Valle de Caracas, por eso nuestros Indígenas lo llegaron a llamar “Tierra de Dantas”.

Por estas razones y muchas otras, no debemos dudar en reconocer que nuestro Club Izcaragua es único y difícil de igualar. No existe un refugio de fauna y flora a 15 minutos de una gran urbe, protegido por más de 85 mil hectáreas de Parque Nacional.

De esa intrincada red montañosa, van surgiendo manantiales, que se tornan quebradas, de agua cristalina, totalmente pura y limpia que irrigan nuestros Campos. Contamos con dos quebradas, que se unen cerca de la Casona del Club y llevan el agua para la Planta de Hidrocapital, ubicada en la entrada, cerca de la Autopista, llegando a satisfacer el servicio de agua de las Comunidades cercanas, inclusive parte de Guarenas. El sonido que generan los torrentes de agua al buscarse el camino entre las piedras, en su incesante bajada, es un común denominador a lo largo de todo el Club. Es un “feng chui”, natural y gratuito.


Fotos por Julio Castro

Relativo a la Fauna, es muy variada, podemos observar en los alrededores de la Canchas de Golf, de Tenis, de Futbol y de Ecuestre, cachicamos, cunaguaros, onzas, lapas, ardillas, picures, puercoespín, rabipelados, perezas, venado matacán, zorros, entre otros, que hacen su vida silvestre en los bosques que nos rodean. Si hablamos de avifauna, nos encontramos que hay infinidad de Familias diferentes de aves, desde los tucusitos o colibríes, hasta maracanas, guacharacas, el ave nacional (el Turpial), los querrequerres, fácilmente, pudiéramos estar hablando que en Izcaragua hay más de 150 especies de aves. Es decir, la misma o más cantidad de aves, que pudiese tener un pequeño País Europeo.

Y con todo este escenario natural, es preciso recordar: en la década del 1960, vino el Paisajista y Naturalista, Brasileño Roberto Burle Marx, a darle un toque decorativo a estos hermosos paisajes. Colocó grupos de árboles en las diferentes áreas del Golf, para intentar lograr floraciones escalonadas a lo largo del año. Entre las especies oriundas y las introducidas. Y es por eso, que todos los meses del año, en nuestro Campo de Golf hay especies en Floración. Por ejemplo: los Bucares de enero hasta marzo. El Palo de María a mediados de marzo. El Araguaney de abril a mayo. El Apamate en mayo. Y así, todo el año, ahora en los meses de septiembre y octubre, florea la Pata de Vaca o Urape morado, las Acacias. Este científico Brasileño, fue quien ayudó a diseñar, también, el Parque del Este de Caracas y otras áreas emblemáticas de nuestra Capital.


Fotos por Julio Castro

Con esta breve reseña ecológica, se intenta resaltar las bondades de nuestros valles intramontanos, que combinan la práctica deportiva con un medio ambiente poco perturbado por el Hombre. Izcaragua: refugio resguardado por las faldas del Ávila.