En la actualidad, a pesar de los avances tecnológicos, muchos golfistas no logran alcanzar su máximo potencial. Esto plantea la pregunta: ¿qué es lo que falta? Según la teoría desarrollada por un destacado grupo de coach conocida como Vision 54, existen dos grupos de fundamentos en el golf: los técnicos y los humanos. La suma de ambos determina nuestro desempeño en el juego.
Las deficiencias en el desarrollo de nuestras habilidades humanas se reflejan en nuestro juego de la misma manera que lo hacen las deficiencias técnicas. Incluso, el manejo inadecuado de las habilidades humanas tiene un impacto negativo en la técnica. Por otro lado, un buen dominio de las habilidades humanas suele rescatar una ronda en la que los fundamentos técnicos no estaban funcionando bien. Esto explica por qué vemos a tantos jugadores con swings poco ortodoxos que logran jugar de manera eficiente y obtener buenos puntajes.
Las habilidades humanas parecen ocultas, entremezcladas entre las habilidades mentales, físicas y el control emocional. En muchas ocasiones, los profesores de golf no abordan estas habilidades, e incluso en algunos casos no las incluyen en prácticas específicas. Aproximadamente el 90% de los videos y teorías de instrucción se centran en lo técnico, que obviamente es crucial, pero no representa la historia completa del juego.
Dentro de las técnicas de Vision 54 que yo uso diariamente con mis alumnos, practicamos el buen manejo del momento previo al golpe, que es el lugar del pensamiento (THINK BOX), el momento del golpe (PLAY BOX) y el posterior al golpe (MEMORY BOX). Cada una de estas etapas del golpe tiene un principio básico y fundamental:
(THINK BOX) = DECISION
(PLAY BOX) = FOCO
(MEMORY BOX) = CONFIANZA
En estas prácticas buscamos tener ciertos logros por cada etapa del proceso, teniendo en cuenta que el tiempo máximo por regla para ejecutar un golpe es de 40 segundos, nosotros trabajamos para realizarlo en 30, y así estar tranquilos respecto al cumplimiento de las reglas. Veamos cada etapa con detalle.
En la parte del
THINK BOX, lo importante es entender que las decisiones a tomar deben tener una mezcla equilibrada entre la razón y el instinto, debemos evitar el exceso de información y elegir solo un par de variables que consideremos elementales en ese golpe que enfrentamos, por ejemplo, distancia y lie (inclinación del suelo o condiciones del asiento de la pelota), luego darle cabida a nuestro instinto para que nos indique el tipo de trayectoria deseada y que palo usar. Para cerrar esta etapa, debemos ser decididos y no dejar lugar a las dudas.
En el
PLAY BOX, este momento de ejecución debe durar entre 6 y 10 segundos, desde que damos el paso decidido hacia nuestro
stance, hasta que le pegamos. Aquí debemos alejarnos 100% de la técnica, la palabra clave es foco o atención y esta la debemos poner en aquello que decidimos ver, escuchar o sentir durante esos breves segundos. Hay personas que les sirve poner su atención en lo auditivo, por ejemplo, escuchar el sonido de la naturaleza, una canción en nuestra mente, contar de forma regresiva, otros prefieren lo visual, como imaginar una línea azul que describe el vuelo de pelota que deseamos o imaginarse una bandera gigante en donde quieren caer. Otros prefieren lo sensorial como sentir el balance de los pies o la tensión constante en las manos. De la manera que mejor les funcione, esta atención se debe llevar del principio hasta que la pelota caiga y se detenga.
Por último, en el
MEMORY BOX, la clave aquí es generar confianza para los próximos golpes y tenemos un máximo de 10 segundos desde que impactamos la pelota hasta que hacemos el gesto o no que indique nuestra apreciación del resultado. El gesto es como un sello de aprobación o desaprobación que graba en nuestro cerebro la forma en que afrontaremos un golpe parecido en una siguiente oportunidad, si hacemos un gesto negativo nuestro cerebro almacena el evento como algo con cierto nivel de trauma y cuando volvamos a tener una situación similar, las alarmas se encenderán y el resultado difícilmente será bueno, la solución ante los golpes malos es no hacer gesto alguno, ser neutral y simplemente objetivo, por ejemplo decir o pensar, elegí mal el palo o debo estar más pendiente de mi alineación. En el caso contrario, cuando el golpe es excelente, bueno o regular-aceptable, debemos hacer un gesto de aprobación, no vale que sea mental o interno, el gesto debe hacerse físicamente por ejemplo sonreír o apretar el puño y al incluir los golpes regulares-aceptables, simplemente alimentamos la confianza que nos permitirá jugar cada vez mejor. Tengamos en cuenta que, para anular un mal gesto, debemos hacer tres buenos, si solo incluimos los excelentes y buenos, difícilmente lograremos el objetivo.
Esta es solo una breve introducción a las habilidades humanas para este apasionante deporte. En nuestros talleres y clases grupales, vamos más allá, ofreciendo una amplia gama de ejercicios para todas las etapas en el golpe del golf, sin limitarnos a las 3 mencionadas aquí.