Siempre atentos a conocer y preservar nuestro patrimonio natural faunístico, hemos abierto el acceso a nuestro ecosistema para el estudio de una especie de anfibio, que fuera endémica del Parque Natural El Ávila, a la estudiante tesista de Maestría la UCV Ingrid Márquez, mentorada por la Doctora y Profesora del IVIC , Margarita Lampo, miembro del Grupo de Especialistas en Anfibios de la UICN y, por lo demás, hermana de un miembro y reconocido tenista de nuestro club.

Dicha iniciativa fue promovida por el Lic.Omar Hernández, Director General de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (FUDECI), promotor de numerosas iniciativas para la protección de la diversidad de la fauna de nuestro país.

Dejamos a la Dra. Lampo, la tarea de explicarnos por qué es tan importante el esfuerzo que podemos hacer en el conocimiento del delicado animal, cuyo hábitat y espacio natural pretendemos conocer y preservar. En sus palabras:

"Las ranas y los sapos están desapareciendo. Unas 35 especies se han extinguido durante las últimas décadas y cerca de 1900 especies —32% de los anfibios del Planeta— están amenazadas de extinción. Investigaciones recientes sugieren que muchas de las desapariciones están asociadas a epidemias de un hongo que afecta a la piel de estos organismos, probablemente propiciadas por el cambio climático. En Venezuela han desaparecido nueve de las diez especies de sapitos arlequines muy coloridos que teníamos.

En la cordillera de la Costa, en donde se encuentra el Izcaragua Country Club, el sapito rayado (Atelopuscruciger) era uno de los anfibios más abundantes y conspicuos. Fue visto por última vez en 1986 y, pese a las insistentes búsquedas, no fue encontrado sino hasta el 2003 cuando se observó incidentalmente un ejemplar. Posteriormente se descubrieron dos poblaciones en la vertiente norte de esta cordillera. Tras estos hallazgos, hemos venido desarrollando un intenso proyecto de exploraciones en localidades históricas.

El futuro del sapito rayado es incierto. La presencia del hongo en las poblaciones remanentes amenaza con nuevas epidemias, con consecuencias nefastas. Por ello estamos en la búsqueda de poblaciones que pudieran estar recuperándose y también intentamos identificar ambientes adecuados para la reintroducción de la especie.

Recientemente exploramos algunas de las quebradas dentro de los terrenos del Club e identificamos hábitats que pudieran ser propicios para esta especie. Por ello, es valioso el trabajo que hace el club en la preservación de sus áreas verdes. Invitamos a los socios que frecuentan los senderos del club a estar atentos a la posible presencia del sapito rayado y, de identificar algún ejemplar, tomar fotos.

Conviértete en nuestro aliado en el rescate del sapito rayado de la cordillera de La Costa."

Así será entonces. Añadiendo esta foto propiedad de la profesora que nos permite decretar que el "Atelopuscruciger" es el nuevo socio invitado de nuestro Izcaragua Country Club.

Saludos a Todos,