El “Saturnino”, zarpó de Las Playas, Isla de El Hierro, en la más prudente clandestinidad con rumbo a Venezuela. En su interior había 110 almas, entre ellas dos mujeres y dos niños; y según la reseña del capitán del navío, entre los pasajeros había 51 herreños (26 de Isora, 13 de San Andrés, 8 de El Pinar, 2 de Valverde y 2 de El Golfo).
Entre los pocos alimentos recibieron gofio, que podía conservarse muchos días, así como papas de las cuales en su mayoría en mal estado, granos con gorgojos, carne disecada y pescado salado. El gran problema fue el agua para beber, que se daban en raciones entre un cuarto y medio litro por persona. Debido a que este recurso no alcanzaría para toda la travesía, fueron varios los días que recogieron de la lluvia, instalando una lona. Durante las tormentas, muchos plegaban sus labios a la madera para beber agua dulce.
Sometidos a un viaje desastroso con numerosas tormentas eléctricas, aluviones de magnitudes bíblicas, hacinados y con escases de comida y agua potable, finalmente, el 25 de noviembre -al amanecer- avistaron las costas de Cayena, capital de la Guayana Francesa, en donde pernoctaron hasta el 4 de diciembre, que levaron anclas nuevamente.
Agobiados, famélicos, sucios y con las ropas hechas harapos por la titánica travesía de cruzar el Atlántico, luego de 62 días de su partida de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife, llegaron a Carúpano, estado Sucre, el 13 de diciembre de 1949. Todos fueron retenidos e interrogados, pero inmediatamente liberados sin ninguna acción penal. Más tarde fueron nacionalizados, al igual que sus antecesores. La mayoría rehicieron sus vidas y prosperaron. Hoy son un ejemplo de comunidad.
El periódico
Agencia Comercial, de Carúpano, informaría el 26 de mayo de 1949 el apresamiento de 106 inmigrantes del velero El Elvira, subrayando en la misma noticia, que hacía pocos meses “también fue apresado el velero Rafael Orive con 57 inmigrantes más para nuestro país”. Datos verificados apuntan que 34 barcos conocidos arribaron a Venezuela procedentes de Islas Canarias con 3.586 pasajeros de los cuales 3.573 eran hombres y 13 mujeres.
Se calcula que entre 1948 y 1952 entraron de manera ilegal por las costas venezolanas, alrededor de 12.000 españoles a bordo de los llamados “veleros fantasma”. Venezuela fue por más de cinco décadas, una tierra de promisión, una nación emergente.
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