Por Antonio Castillo
Debido a sus características especiales, el golf se presenta como una disciplina ideal para sortear la pandemia del coronavirus. Se juega al aire libre, en espaciosos escenarios y con pocos contendientes cercanamente directos y es por ello que la mayoría de las federaciones han adelantado protocolos sanitarios para regresar a la acción.
Entre los inconvenientes de la vuelta a los links se encuentran los viajes de jugadores, coaches, jueces, directivos, la disponibilidad de hoteles y eso sin contar con el público, esos ávidos fans que se vuelcan a los campos cuando se realizan torneos atractivos con jugadores de primera línea. En este sentido, las organizaciones del golf mundial han llevado adelante proyectos sin público, mientras el Covid-19 baja de intensidad y todo vuelva a la normalidad.
Por lo pronto, fue Corea del Sur la nación que comenzó a romper el hielo y con el Abierto femenino de Seúl dio el paso al frente.
La joven surcoreana Park Hyun-kyung inscribió su nombre como la vencedora de ese Open de la LPGA, a la sazón el primer torneo profesional de golf disputado tras el parón por la pandemia del nuevo coronavirus. Por supuesto, se celebró sin público y bajo estrictas medidas sanitarias.
Ese torneo femenino, disputado en el Lakewood Country Club, en Yangju, contó con tres de las mejores 10 jugadoras del mundo, y como era lógico acaparó la atención del planeta y sus derechos televisivos se vendieron a canales de Estados Unidos, Canadá y Australia.
Apoyo solidario
En todos los rincones del planeta se adelantan iniciativas con la finalidad de reactivar el golf y muchos responsables les han dado un espaldarazo notable.
Concretamente en España, la leyenda José María Olazábal, dos veces ganador del Masters de Augusta, se ha mostrado optimista y solidario con los dirigentes que trabajan incansablemente.
"Creo que la labor que han hecho todas las asociaciones del golf unidas para la redacción y presentación del protocolo de actuación para la reapertura de campos ha sido fantástica y encomiable", señaló el vasco.
Olazábal está convencido que con el buen trabajo que ha hecho el golf mundial, se volverá a competir en breve “dentro de la nueva normalidad”.
Aquí en Venezuela la situación se antoja particularmente compleja, y en este sentido la federación local se ha mantenido activa aunque con las limitaciones del caso. Los campos de golf son propiedad de los clubes y lógicamente se rigen en función de sus intereses, en beneficio de sus socios y por ello, las restricciones son férreas.
Mención aparte para los jugadores de las selecciones de Venezuela, que llevan adelante sus planes de entrenamientos dentro de meticulosos protocolos de sanidad avalados tanto por la FVG como con el Ministerio del Deporte.
Lo cierto de todo es que el golf comienza a abrirse camino en medio de la difícil situación actual. Ya lo dijeron los estelares Tiger Woods y Phil Mickelson, quienes decidieron sacar sus armas en una revancha que recaudó millones para ayudar a paliar en algo las consecuencias del mortal Covid-19. La pareja integrada por Tiger Woods y Peyton Manning superó 1UP a la pareja de Phil Mickelson y Tom Brady, quienes compitieron duramente durante los 18 hoyos.
Phil Mickelson, Tom Brady, Peyton Manning y Tiger Woods disputaron una emocionante partida, bajo una lluvia persistente. Imágenes cortesía de Japan News ANN y Golf Digest.