El juego del golf, como pasa con frecuencia, está ligado a algunos prejuicios, más que todo, desde el desconocimiento. Hay gente que afirma que el golf no es deporte… y si ves quien lo dice, verás que no tienen idea de lo que hablan.
El golf es un deporte de constancia, de perseverancia, de resiliencia y muy mental. Pudiéramos decir que hasta espiritual.
En la práctica de la meditación Zen, durante el
Za Zen, que es la meditación sentado, el objetivo es darle un descanso al cerebro. Mientras te concentras en el ritmo de tu respiración, dejas de pensar durante unos minutos, tal vez poner la mente en blanco, como dicen algunos, pero lo importante es dejar de pensar.
Cuando estás en Za Zen los pensamientos vienen a tu mente, pero poco a poco vas ganando la habilidad de no atraparlos y dejas que estos sucedan como pasa en los sueños.
Los católicos tenemos el rosario para parar de pensar y cada corriente espiritual tiene sus herramientas y costumbres para descansar el cerebro. Luego, la mayoría de las corrientes espirituales te enseñan a vivir aquí y ahora. Es imposible ser feliz de otra manera: recordar y vivir con lo pasado trae tristeza y pensar y vivir en el futuro angustia.
Se necesita disciplina mental para hacer contacto con la pelota y cierto nivel espiritual y de fe para que la pelota vaya en la dirección y distancia deseada.
Cada golpe conlleva unos segundos de pensamiento: ¿a dónde apunto? ¿A que distancia? ¿con qué palo? recordando cómo debe ser el movimiento del cuerpo. Y una vez hecho los cálculos, un momento de meditación, Solamente aquí y ahora. Presencia absoluta.
En cambio, si estoy pegando del hoyo 15, después de hacer 10 golpes en el par tres anterior y me quedo con el remordimiento, el juicio, la rabia con el
caddy, la rabia con el compañero que me hablo cuándo poteaba, es mucho más difícil hacer contacto con la pelota y más difícil aún mantener la fe que le dará la dirección a la pelota.
Como en la vida, somos los únicos responsables de lo que nos pase en la cancha, quién busca culpables se queda con la animadversión y la atención fuera del juego, y todos los que llevamos algún tiempo jugando sabemos que hasta que no soltemos el hoyo pasado y volvamos a jugar en el presente, no podremos dar nuestro mejor desempeño.
Si, como en la vida, para vivir más y mejor debemos aprender a perdonar y mientras más rápido, mejor, y lo más importante es perdonarnos a nosotros mismos. No perdonarnos es una cadena que nos amarra a la mala sensación del error que cometimos. No perdonar es el castigo que nos damos por el error que cometió otra persona.
Para elevar nuestros estándares de juego debemos tener confianza en nuestras habilidades, nuestra autoestima y saber que somos ganadores.
La mente subconsciente te cree cuando te descalificas. Es una costumbre terrible, quien lo hace debe buscar la forma de perdonarse más rápido; tan rápido como para que no le dé tiempo de descalificarse. Será suficiente con decir: ésta no salió como quería y pasar la página. No me imagino a Arnold Palmer, a Bobby Jones o a Eldrick Woods descalificándose verbalmente en ningún momento.
Una autoestima alta nos ayuda a tomar mejores decisiones, mejora nuestra fe, nos llena de confianza y de agradecimiento y una de sus características más importantes es un rápido perdón.
En casos como los del golf, también puede ser importante un arrepentimiento: de forma errónea lo asociamos con la culpa, más bien el arrepentimiento está ligado a la metanoia, que quiere decir un cambio de actitud y de acción.
En la cátedra de felicidad de Harvard, que dicta el Dr. Tal Ben-Shahar
https://www.youtube.com/watch?v=0vTxfrNY8kU
https://training.crecimiento.ws/wp-content/uploads/2020/04/EBOOK_PRACTICAR-LA-FELICIDAD.pdf
Después de estudiar a varias generaciones y varios miles de personas nos recomienda:
- Ser optimistas, como el que se para para hacer hoyo en uno. Y aceptar los fallos con humildad, como el que hace birdie después de un doble bogey.
- Ser resilientes, como el que aprende a usar un palo de golf y luego enfrenta los miedos con decisión, con un tiro de 200 yardas al Green en el hoyo 7.
- Evitar la procastinación: No dejes para después lo que puedas hacer ya.
- Hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio al día. Que mucha gente no lo sabe: los jugadores de golf que no fortalecen su musculatura arriesgan la salud de su soporte óseo. Necesitamos entrenar los abdominales para proteger la columna, fortalecer las piernas para darnos estabilidad y fortalecer los brazos para ganar control de dirección. El golf como disciplina deportiva debe incluir gimnasio y el driving range.
- Mantener buenas relaciones interpersonales, que más adelante hablaremos de ello.
Yo recordaría especialmente: desayunar y ser buena gente.
Casi todos sus consejos están ligados a tener una buena actitud ante la vida. Como la ecuación del conferencista Victor Kuppers:
https://www.youtube.com/watch?v=ObYIVjjzMzEV=(C+H)xA.
Tu
Valor personal es la suma de
Conocimientos y
Habilidades multiplicado por la
Actitud.
Así pues, mientras los Conocimientos y las Habilidades de la persona suman Valor, la Actitud multiplica la suma de ambos y establece la diferencia entre un Crack y un matungo.
El
gym y el
driving range te darán conocimiento y habilidad. La actitud la pones tú y si la llevas bien puesta podrás tener el mejor desempeño. Posiblemente el padre de mi congregación dirá que está muy ligado a la fe. La fe es eso que sé que está sin que pueda verlo.
Entonces el golf nos invita a salir al campo con la mejor versión de nosotros mismos.
Luego está el punto de vista de los beneficios de la longevidad que una actividad como ésta nos proporciona.
Un reportero de National Geographic, Dan Buettner,
https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2023/09/las-5-zonas-azules-donde-viven-las-personas-mas-sanas-y-longevas-del-mundoNetflix: Vivir 100 años.
Se ha dedicado en los últimos años a recorrer zonas del planeta con la mayor cantidad de personas centenarias y así viajó a Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia, Loma Linda en EEUU, Icaria en Grecia y Nicoya en Costa Rica. Él los denominó Las Zonas Azules.
Los habitantes de estas zonas tienen varias costumbres en común:
- Alimentación sana a base de granos, hojas verdes, verduras, nueces, frijoles, batata, aceite de oliva, vino… vino bajo control y comer sólo el 80% de lo que pudiéramos ingerir. (La verdad que para mi recomendación de nuestra actividad de golf a veces nos excedemos en comida y bebida).
- No quedarse solo.
- Hacer ejercicio sin dejar de divertirse.
- Llevar una vida sana.
¡Y ahí, es donde se concentra lo mejor de pertenecer a la comunidad de golfistas en Izcaragua!
La actividad social sana eleva las expectativas de vida en 7 años.
- Todos los estudios de felicidad y longevidad apuntan que lo más importante en la vida son las relaciones interpersonales. Nuestra comunidad de golf nos une de forma especial con nuestros compañeros.
Los torneos son momento para enfrentarnos y ganar el valor de desenvolvernos en público.
Y lo más importante; hacemos nuevos amigos y conservamos los viejos, compartiendo la esperanza de jugar mejor la próxima vez que vayamos al campo.
- Así como en Cerdeña, la expectativa de vida se eleva con la inclinación de las calles del pueblo, en nuestro campo también hay elevación para proporcionarnos más resistencia. Moverse, agacharse, estirarse nos mantendrá más sanos y fuertes.
- Y, casi todos los pueblos de zonas azules, están cercanos a la naturaleza tal como estamos nosotros, un campo de golf enclavado en el Parque Nacional El Ávila, podemos respirar aire fresco y estar en contacto con la naturaleza.
Como el señor diagnosticado con cáncer terminal a los 66 años que vivía en Nueva York y fue a pasar sus últimos días en Icaria, Grecia. Cambió a una vida más natural y aún vive después de 100 años.
Agua IzcaraguaDe ésta recibimos la buena vibra y la información de la montaña cada vez que jugamos, que la bebemos y que nos bañamos.
El agua guarda información y por ello existe el agua bendita, para compartir la información puesta en ella.
Según el Dr. Masaru Emoto, en
https://gestionsostenibledelagua.files.wordpress.com/2012/07/mensajes_de_agua.pdf la voz, las etiquetas, la música, los pensamientos, quiere decir, las vibraciones, pueden alterar la estructura molecular del agua. Así mismo los manantiales y fuentes de agua, como los nuestros, traen la estructura de la naturaleza y nos la transmiten. Es similar a beber agua bendita; más si es para acompañar un buen whisky escocés.
Recordemos entonces que somos casi 70% hechos de agua.
Adicionalmente, si te bañas con
el agua fría, hace que se cree una vasoconstricción que protege al cuerpo de la pérdida de calor, pero después esos vasos se dilatan y hacen que la sangre circule mejor, lo que purifica la piel y ayuda a que se oxigene
. Gracias a una mejor circulación, la piel se verá más firme y elástica.Siempre habrá gente que no sabe las muchas ventajas de algunas actividades, como en este caso, del golf en Izcaragua. A esa gente, siempre la invito a probar.
Entonces… sal al campo y siéntete la mejor versión de ti. Créetelo. Multiplica tu técnica con una excelente actitud.
Comprométete con cada golpe. Vive el momento presente.
Hazte totalmente responsable de tu juego y perdónate rápido cuando no lo hayas hecho bien.
Bendícete con el agua de la montaña, también con una ducha muy fría.
Muévete, diviértete, comparte, aprovecha la oportunidad para ser mejor persona y se más feliz…
Y como dice el Dalai Lama: En todo momento decides si tener más placer o más felicidad … en el golf podemos tener ambas.https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Dalai%20Lama%20-%20El%20Arte%20De%20La%20Felicidad.pdf