Un don hecho costura
Si hablamos de dones, es inevitable no mencionar el nombre de Mayela Sain. Esta diseñadora venezolana ha sabido ser ella misma a través de sus creaciones de moda, y no sólo lo digo por una cuestión de estilo, ya que todos tenemos gustos y pasiones distintas, sino por su capacidad innata de exteriorizar aquello que estuvo dormido en ella por mucho tiempo de una manera arriesgada, pero muy fiel a su personalidad.
Un comienzo sin antecedentes
Es graduada en derecho, pero siempre sintió pasión por el mundo de los trazos, los patrones y las telas. Sin embargo, no se quedó con el buen gusto a la hora de elegir prendas, sino que llevó esta inquietud a un siguiente nivel… ése que hoy la hace ser ejemplo a seguir, no sólo por prendas increíblemente alegres y únicas, sino por tener ese ímpetu de ir mas allá, descubrir facetas de ella misma y explotar sus dones.
Nadie en su familia se dedica a la moda. Su pasión resulta algo totalmente atípico en sus genes. No hay ningún modelo a seguir ni alguien que la llevara a dedicarse a esto, pero Mayela desde siempre ha tenido una pasión inexplicable por este mundo; así que, luego de terminar su carrera como abogada y de ver crecer a sus hijos, decidió que era el momento de comenzar a hacer realidad ese sueño inexplicable que tenía.
Comenzó haciendo piezas para ella misma y, luego de tantos halagos por parte de sus conocidos, empezó a diseñar y cortar pantalones.
Con un taller que inició en la mesa de su cocina, escuchando a su lógica, siguiendo a sus manos y creando con su corazón, esta venezolana supo que ya no había marcha atrás, que este sueño al que ya había encontrado un camino no tenía retorno, y eso la mantuvo motivada, inspirada y con confianza.
Así fue como hace cinco años comenzó a diseñar propuestas únicas, realizando sus patrones ella misma (con la técnica que seguían sus manos, las cuales parecían haber nacido con esos dones) y con todas las ganas del mundo de contar historias con sus prendas llenas de color y estilo.
Una forma de crear poco común
Cuando se trata de arte, las barreras son cada vez más invisibles y los límites más delgados, así que los métodos se abren espacio en un mundo donde el instinto y la creatividad son capaces de hacer realidad muchas cosas. Hoy, Mayela ha desarrollado una forma muy particular de crear. Primero, sigue sus instintos y es muy fiel a lo que le gusta; y segundo, es su propia modelo… si ella se siente increíble, todo está bien.
Ella diseña para una mujer segura, arriesgada, a la que le llaman la atención los detalles poco comunes y con una gran personalidad, pues así es como se define a sí misma: “No se trata de complacer a todos, sino de sentirme a gusto”, una frase que sin duda me transmitió mucha confianza, pues no se puede crear piezas que agraden a todo el mundo; sin embargo, sí puedes hacer que otras mujeres se sientan seguras cuando ella misma transmite libertad, originalidad y comodidad. Mayela vende un estilo, una historia que se inspira en ella misma. No sigue tendencias ni mucho menos se inspira de otros; al contrario, ella diseña para ella misma y vende su propio estilo.
Diseños en un mundo de flores
Espectro es el nombre de su más reciente cápsula. Se trata de una propuesta para las amantes del color y la comodidad. Una idea que nació precisamente por complacer a su propio guardarropas, pues Mayela confesó que no viste piezas de otra persona que no sea de ella misma.
En la mitad de la planificación para un viaje, quería crear algo colorido, ligero y cómodo para llevar. Comenzó inspirándose en las flores para dar paso a unos hermosos conjuntos totalmente fuera de lo común. Al volver a Venezuela, se planteó la idea de hacer de esas ideas una nueva cápsula, así que comenzó a trabajar en
Espectro, una presentación llena de texturas ligeras, cortes rectos y muchos colores, como el rojo, distintos tonos de azul, morado, naranja, salmón, verde y amarillo; apuntando a la idea de trajes de dos piezas que creen el perfecto
look monocromático, haciendo que sus prendas no sólo sean de excelente calidad con un gran diseño, sino que también pasen al mundo de la practicidad.
Es una colección sin pretensiones, sin mucho conflicto, sin mucha estructura, pero con un gran concepto, una historia inspiradora y un diseño que apuesta por la belleza, la seguridad y la diversión. Algo fantástico, irreal y maravilloso, así como una flor, llena de vida, de líneas poco estrictas, de colores llamativos y una singular forma de cautivar miradas y corazones.
Un futuro con nuevos proyectos
Una nueva cápsula viene en camino, ya que Mayela confesó no sentirse atraída por crear colecciones de tantas piezas, ni de períodos de tiempo tan extensos. Para ella, es mejor diseñar según lo que la inspira en el momento y las cosas que suceden a su alrededor. Su nueva propuesta será con texturas distintas y estampados más sobrios, pero la misma intención de hacer piezas únicas.
Además, un nuevo camino se abre ante ella en el piso 2 de la tienda Iskia de Las Mercedes, donde tendrá un espacio para exhibir sus increíbles creaciones.
Coordenadas
Instagram: @mayelasain
Showroom: Sebucán, previa cita por redes sociales.