Innovando en concreto
Apróximadamente en agosto de 2020, Augusto Rivera y Adriana Toth, profesionales de la arquitectura y el diseño gráfico respectivamente, se aventuraron para descubrir cómo sería trabajar el concreto: “El proyecto nació durante la cuarentena. Teníamos mucho tiempo libre y ambos sentíamos curiosidad sobre el material. Luego de unas cuantas conversaciones, nos animamos a investigar cómo trabajarlo, por lo que nos acercamos a varios fabricantes locales buscando aprender un poco más sobre los trucos de este material. Empezamos a vaciar piezas en moldes rudimentarios y, a través de estas primeras piezas, entendimos cómo funcionaba el concreto; sin embargo, no habíamos llegado a una pieza que cumpliera con las exigencias utilitarias y estéticas que nos habíamos propuesto”.
Pero después de varios meses de experimentos y una vez que lograron crear el primer set de piezas que los llenó de satisfacción, decidieron crear Cajuña. “La serie que manejamos actualmente está conformada por 12 piezas, que hemos ido agregando paulatinamente desde que comenzó el proyecto en enero del 2021. Por otra parte, tenemos un departamento de proyectos en el cual diseñamos y desarrollamos piezas a medida hechas en concreto… estas piezas varían en escala y propósito. Constantemente estamos trabajando en conjunto con arquitectos, ingenieros y artistas, quienes buscan darle un carácter distinto y particular a sus proyectos”, comentan Augusto y Adriana.
Toque único
En Cajuña tienen modelos definidos, pero cada pieza es única: “Siendo un proceso artesanal, es prácticamente imposible tener dos piezas iguales. Sin embargo, pertenecen a una misma serie”, explican. Al preguntarles por piezas personalizadas, afirman que “dentro del catálogo de piezas que hemos desarrollado podemos personalizar piezas bajo pedido, utilizando colores y texturas pedidos por el cliente”.
Nuevas experiencias
“Conseguimos un vacío en el mercado venezolano. Trabajar el concreto no ha sido fácil, ha sido una curva de aprendizaje muy larga en la que hemos aprendido mucho de nuestros errores, tanto en lo técnico como en la manera de manejar el negocio”, confiesan Adriana y Augusto.
Cajuña no tiene tienda física todavía, pero sus creadores siempre invitan a sus clientes o a cualquier persona que quiera conocer la marca y su trabajo a su taller.
Lo que viene
Actualmente, el artículo que más venden -y que fue una de las primeras creaciones- es la bandeja #1 que mide 40 x16 cms. Para los próximos meses tienen planificado diseñar una nueva serie de piezas y seguirán trabajando en proyectos a la medida que se les presenten en el taller.