Pero además de su talento histriónico, no se puede negar que tiene una apariencia física tan sensual como elegante; por eso no es de extrañar que el año pasado la icónica firma de relojes suizos Longines lo haya escogido como uno de sus nuevos embajadores: “Un actor con el talento, el aplomo y la presencia de Regé-Jean aparece pocas veces en una generación”, dijo en su momento Matthias Breschan, CEO de la marca.

 
Por su parte, Page confiesa que “hay algo muy especial en poder trabajar con cosas que aportan belleza. Un reloj es un objeto funcional que te ayuda a realizar un seguimiento del tiempo. Pero si juntas funcionalidad con belleza y elegancia, te sientes en equilibrio con el mundo que te rodea. Y un reloj también puede ser el toque final perfecto”.

Manejar las horas y los minutos es algo que, definitivamente, ha tenido que aprender a hacer, ya que tiene muchísimos proyectos en puerta, como la película The Gray Man (de los hermanos Russo, que se estrena este mes de julio en Netflix), la superproducción Dungeons and Dragons de Paramount (que se estrena en 2023) y, además, protagonizará y se encargará de la producción ejecutiva de una nueva y reinventada versión de la película El Santo.

Sobre trabajar en dos grandes films como The Gray Man y Dungeons and Dragons, afirma: “¡Ha sido muy grande, muy ruidoso y muy colorido! En serio, es una alegría. Siempre que cuente con más recursos para hacer mi trabajo, éste será mejor. Es genial trabajar con personas que tienen estándares y una ambición increíblemente altos. Honestamente, es un aprendizaje y un privilegio, y lo estoy disfrutando mucho”.

Sin duda, el rol del duque de Hastings en Bridgerton le dio el impulso final para una base que ya venía construyendo, pero Regé-Jean Page tiene todas las cualidades para triunfar en el mundo de la actuación y atraer a marcas tan renombradas como Longines, cuyas piezas no sólo lo ayudarán a administrar su tiempo, sino que seguro lo acompañarán en muchísimas alfombras rojas y premiaciones, haciendo un match perfecto de atemporal elegancia.