Uaio Antor
POR MARY VILLARROEL SNESGKO
TriBimensional
Utilizando los colores como cómplices y descubriendo el poder de la línea, este artista venezolano brilla por sus conceptos innovadores y por llenar de luz y color un túnel oscuro de Caracas
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Desde que comenzó su proceso como artista, Uaio sintió la necesidad de crear su propio lenguaje: “No quería hacer cosas parecidas a los grandes maestros; eso me llevó mucho tiempo de trabajo y de investigación. Para hacer arte hay que arriesgarse”.

Descubriéndose en el mundo artístico, encontró que la relación entre las líneas podía pasar desde la bidimensionalidad hacia la tridimensionalidad: “Los volúmenes se dibujan con líneas… las líneas son las que construyen formas y las formas son las que generan volúmenes. La gente piensa que la línea viaja en un solo plano, pero la línea viaja hacia arriba, abajo y hacia los lados”.
 
Así fue como creó el concepto de la TriBimensionalidad, que son elementos planos que generan a la vista volúmenes tridimensionales: “Son elementos planos, totalmente planos, pero los cortes y los colores generan la profundidad y volumetría de las piezas”, explica.
 
Su investigación, que gira en torno a este concepto, está sustentada con textos escritos por él que explican su visión. Su misión es hacer que su teoría se expanda a diferentes corrientes artísticas: “Yo tengo que hacer que este camino de la TriBimensionalidad evolucione. Ese es el riesgo que uno como artista tiene que vivir todos los días para poder sentir que estás haciendo arte y estás dejando un legado que es distinto a lo que se venía haciendo”, confiesa.



“La obra existe en la persona que la ve”
Coqueteando con la interactividad, pero manteniendo sus formas geométricas, Uaio diseña sus creaciones de manera que el espectador se convierte en artista: “La obra existe en la persona que la ve. Es muy lindo porque el espectador se transforma en su protagonista, porque es el que la crea en su mente”, explica.
 
Con los colores que le sirven de cómplices, pueden verse diferentes según la perspectiva: “La obra no es lo que ellos vieron al principio y, cuando descubren lo que es, se sonríen. Me parece muy gracioso que la obra interactúa con el espectador y el espectador con la obra, hay una complicidad entre ambos”, asegura el autor.
 
Sus obras están hechas con láminas planas, pintadas de colores, que sobrepuestas dan la ilusión de movimiento y profundidad. En su cuenta de Instagram @UaioAntor  publica sus obras y sus procesos de creación.





Del caos a la paz
Publicista de profesión, pero confesándose amante del dibujo, Antor no había experimentado la creación artística como carrera hasta que se vio en la necesidad de conseguir un espacio de tranquilidad. En medio de una Venezuela conflictuada, el artista buscó mecanismos creativos que lo ayudaran a hacer catarsis y los encontró en el arte geométrico: “Toda esta obra salió del caos. Yo hacía catarsis con mi obra. Necesitaba construir tranquilidad y orden”.
 
Descubrió que sus trabajos regían algunos de los principios de la geometría sagrada y todo hizo click. Para él, el orden que consigue en el arte geométrico es un oasis: “Te da paz, armonía, estructura y, por eso, creo que Venezuela es gran productora de artistas geométricos. Mi obra salió del caos, pero transmite paz”, comenta Antor.
 
Asimismo, considera que cada una de sus piezas tiene un alto componente autobiográfico y se ve reflejado en ellas: “Las obras son un reflejo del alma… de alguna manera, mis obras se parecen a mí. La gente me lo dice. Gente que ha venido a mi estudio se da cuenta que se parecen a mí”, explica recordando la famosa frase de Reverón que dice que cada pincelada es un pedazo del alma.

 

Obras con personalidad propia
Todo es cuidadosamente planificado en su estudio, pero la palabra final la tiene su obra, no él: “Hay formas que me piden colores, a veces se complementan y a veces combinan, es divertido, porque a veces los elijo por complementariedad y a veces es por similitud. Hay obras que no aceptan sino similitudes y otras complementariedad. Hay que darle oportunidad a la obra de que sea ella quien te lo cuente”, explica.
 
Sus creaciones tienen personalidad propia y él las deja decidir los colores y también el orden de las formas.
 
Para poder darle vida a su arte, hace todos sus bocetos y estudios a lápiz, luego pasan a láminas de aluminio que se pintan, se cortan y se sobreponen hasta lograr el efecto visual de la triBimensionalidad.
 
Además de trabajar con los colores, está experimentando con la mezcla de street art y arte geométrico: “Son dos estilos antagónicos. El street art es una expresión espontánea, el arte geométrico tiene todo perfectamente medido y organizado… que juntas logren armonizarse en una sola pieza, es magia”.



Su mural en el Rosal 
El punto de conexión entre El Rosal y Las Mercedes cambió completamente gracias a su intervención artística. Con su mural “Illuminet, luz en las sombras”, en donde antes reinaba la oscuridad y los escalofríos en la nuca, ahora el arte es protagonista.
 
Para su creación, siguió los lineamientos de su TriBimensionalidad, pero utilizando el color como cómplice. Saliendo de los cánones establecidos, agregó detalles en tonos neón que han sido todo un éxito con el público: “Los puristas del arte geométrico cayeron como Condorito cuando le metí fosforescentes a la obra”, recuerda entre risas.

“Pero las personas se me acercan a darme las gracias, me han dado estampitas, hasta gente que vive en la calle me dice que protegerán el mural. Son historias insólitas pero hermosísimas”, confiesa.

Desde hace un par de años, Caracas se está llenando de murales con el propósito de reconstruir espacios y, para Uaio, es una iniciativa extraordinaria: “El arte público es una bendición. Es atómico. En un museo tienes espectadores, en la calle tienes transeúntes y no tienen la mentalidad igual. Que tú puedas abordar a alguien que no tenga la cabeza predeterminada para recibir una información y que con tu arte lo puedas tocar emocionalmente y contribuyas con su bienestar es mágico”.
 
Su misión con el mural era revivir el espacio y darle a ese punto de conexión, que es muy transitado, una nueva energía: “Nosotros los artistas tenemos una gran responsabilidad de traer alegrías y traer cosas buenas al planeta a través de nuestro talento. Las emociones se mueven a través del arte”, finaliza.

 


Datos curiosos
Admira al venezolano Elías Crespín
Hace todas sus obras a lápiz
Le fascinan los colores neón
Dice que sus obras se parecen a él
Su nombre real es Edward, pero su abuelo le decía Uaio
Ama las casas de colores de los pueblos venezolanos



“Para hacer arte hay que arriesgarse”