“Mi propio súper héroe”
Apasionado por el arte callejero desde muy joven, se mudó a Shanghái con el propósito de estudiar arte. Con la mirada puesta en experimentar, llenaba las calles de grafitis y mensajes que resonaban con lo que sentía. Aunque eso le trajo problemas con las autoridades, como confiesa entre risas y vergüenza, ahora su carrera es una de las más fructíferas del mercado: “Fui uno de los primeros en traer el street art a la cultura asiática”, recuerda el artista.
Garabateando una vez en su habitación, creó un Buddha con una capa y, desde ese entonces, nació Super Buddha, una identidad que le permite crear sin límites y que multiplica la buena energía: “Mi arte tenía que venir acompañado de una imagen y decidí crear mi propio superhéroe”.
La única forma de descubrir a Super Buddha es a través de sus creaciones, porque el artista se mantiene en el anonimato para dejar que su arte hable por sí mismo: “Nunca he querido ser famoso y que me reconozcan, prefiero estar detrás de escena y marcar una diferencia con mis acciones”.
Su trabajo está inspirado en la persecución de la buena fortuna: “Mientras más bendiciones te caigan, más tienes que aportar en el mundo. Me he dado cuenta que una ley secreta del universo es que mientras más das, más recibes”, comenta el artista.

Los clientes más top
Desde sus comienzos sintió la necesidad de traducir sus emociones en arte, pero jamás imaginó que podría hacer una carrera con su talento: “Toda mi vida he pintado por amor al arte, para mí es un desahogo emocional y una forma de dejar mi huella y pensamiento en la calle”.
Al momento de crear, se deja llevar por su creatividad, sin reglas ni planificación previa, por lo que cada una de sus piezas es una cápsula de inspiración irrepetible: “Cuando empiezo a crear, es muy raro saber exactamente dónde voy a parar”.
Aunque comenzó con pintura, ya tiene en su portafolio todo tipo de expresiones artísticas, desde NFTs hasta art toys: “Soy muy curioso y me gusta expandirme a otros medios”.

Es uno de los artistas venezolanos con mayor proyección internacional y tiene entre sus clientes a Floyd Mayweather, Myke Towers y DJ Tiësto. Asimismo, su arte llegó a establecerse en el famoso Lincoln Road de Miami, uno de los epicentros del arte moderno.

Enfocado en ser un agente de cambio y buena fortuna, Super Buddha trabaja con la fundación del Papa Francisco: Scholas, la cual busca impulsar la cultura y ayudar a jóvenes con su educación: “Cada año hace una subasta a nivel mundial con unos 30 artistas y el dinero recaudado va para los programas educativos de los niños”, explica el artista.
Además de ofrecer su arte en pro del beneficio de los que más lo necesitan, se regocija en el honor de compartir con el Pontífice: “Los artistas que participamos tenemos el honor de ser recibidos por el Papa e interactuar con él a nivel personal”.

Lucky Buddhitas
Habiendo conquistado el mundo de los NFTs, el artista está preparando un espacio especial para sus seguidores en donde lanzará 7777 buddhitas virtuales diferentes en el metaverso: “Ya tenemos un equipo preparando nuestro mundo virtual y desarrollando un juego donde podrás usar los buddhitas como avatars”, comenta. El proyecto sale en junio del 2022.
Igualmente, tiene en la mira crear planes que le permitan apoyar causas benéficas desde un punto de vista más personal: “Quizá es momento de crear unos programas de donación a través de mi compañía para ayudar más, en especial a los niños que tienen sueños y que quizá no tienen los recursos necesarios”.