Su secreto es la neuro gastronomía
Con más de quince años en el mundo de los eventos, María de los Ángeles Belisario estudió neuro gastronomía, una rama de la ciencia que estudia nuestra relación con los alimentos desde la percepción y la utiliza en cada una de sus mesas. “Antes de siquiera probar la comida, ya tu cerebro ha ponderado qué tan buena (o no), será la comida solamente por ver la mesa”, explica.
Utilizando sus conocimientos en psicología del color y neuro gastronomía, selecciona texturas, colores y montajes de acuerdo al mensaje que quiera dar su cliente con el evento. “Una mesa no puede estar disociada del impacto de todos los sentidos, los colores tienen determinadas reacciones físicas en nuestro cerebro. Las texturas también. Todo lo que ocurre en la mesa es un gran engranaje de experiencias”, asegura.
Su misión con cada mesa es crear una experiencia memorable. “Para mí, una mesa debe ser un espacio óptimo para compartir y disfrutar, más allá de que la mesa sea bella, lo que no debe faltar es una historia. Cuando nosotros nos convertimos en anfitriones y diseñamos una mesa, tomamos la responsabilidad de la felicidad de otra persona por un periodo de tiempo”, comenta.
Más allá de decorar una mesa con un propósito estético, Belisario diseña pensando en la comodidad de sus invitados. “La mesa es un canal para los afectos, el poder de compartir, de hacer comunidad, la mesa es el centro de formación social por naturaleza del ser humano”, asegura.
¿Qué necesitamos para disfrutar de la mesa? Que esté limpia y ordenada, disposición para el disfrute y un diseño enfocado en la historia de la celebración que estamos haciendo.