Su abuelo -dedicado al mundo de la zapatería- y su madrina -modista de profesión- fueron los pilares que deslumbraron los sueños de esta pequeña que, aunque creció rodeada de telas, años más tarde se enrumbaría a estudiar administración de empresas con unas metas puestas en el mundo de los negocios. Sin embargo, como la vida da tantas vueltas, terminó finalmente en el mundo de la moda.

 
Con una sensibilidad muy desarrollada para saber lo que le gusta usar a la gente y adelantarse un poco a las tendencias, Franci comenzó a trabajar con grandes nombres del diseño venezolano como Ángel Sánchez y Durant y Diego. Estas fueron oportunidades que le abrieron no sólo caminos increíbles hacia este sueño que siempre tuvo, sino que le enseñaron todo el proceso que hay detrás de cada prenda, cada colección y cada detalle.

 

Un camino en solitario
Atreverse es uno de los retos más grandes, pues salir de los lugares seguros asusta; no obstante, otorga algo que es esencial para el disfrute de la vida: ¡libertad! Franci tomó una decisión muy importante para su desarrollo personal y profesional. Luego de un retiro de cuatro años de su trabajo y de haber realizado estudios de moda en Estados Unidos junto a la inigualable Agatha Ruiz de la Prada, regresó a Venezuela con una visión mucho más clara de quien era ella, cuál era su comprensión de la moda y cómo quería dejar su huella.

 
Así es como en el 2019 ella comienza a jugar con su creatividad haciendo pequeñas piezas para su hija y para ella misma. Poco a poco, con la confianza en sí misma subiendo de nivel en cada puntada, nace lo que hoy conocemos como FA by Franci Arias, una marca con una esencia y una originalidad inigualable, con piezas que realmente toman el protagonismo y hacen de cualquier día una ocasión para celebrar que los sueños sí se cumplen, sirviendo de inspiración para quien las lleva.

 
Ella misma se describe como 100% observadora y así es como comienza su proceso creativo: “Con el tiempo, el ojo se va afinando y vemos todo con más claridad… es así como he podido interpretar, no sólo las tendencias, sino lo que realmente quiere la gente”.

 
Para esta diseñadora venezolana, el camino para crear y vestir no es nada más algo estético, es un estilo de vida, una expresión de lo que sentimos y de la actitud que tenemos ante cada día. Por eso su proceso creativo siempre comienza en otros, más que en ella misma, porque detallando todo lo que está a su alrededor es que puede adelantarse a las necesidades.

 
FA by Franci Arias es una marca que tiene mucho de su ADN, es una estética arriesgada, original, con altas, bajas y curvas, fuera de cualquier molde estético convencional y conservador. Al tener una pasión por los deportes extremos, la adrenalina es justo el motor de cada una de sus cápsulas, pues busca generar esa sensación de tomar riesgos y hacerlo con tanta actitud que una mujer con sus piezas sólo se pueda sentir exclusiva, actual y como una auténtica obra de arte.

 

Dándole vida a lo que ya existe
Me atrevería a decir que la característica más impactante de FA es ser una marca que resalta entre muchas otras, no sólo por sus diseños auténticos y frescos, sino por todo lo que hay detrás que hace de cada diseño algo sorprendente.

 
Franci decidió que con su proyecto quería ayudar tanto a las mujeres como al planeta. Así fue como dio un paso más allá al uso de telas sostenibles y llevó su creatividad al siguiente nivel, trabajando a partir de retazos de tela y de texturas ya usadas en prendas que otras personas desean sacar de su clóset.
Recibe donaciones, compra en tiendas de segunda mano, trabaja con telas que otras marcas desechan… ella ve un sinfín de oportunidades en cada uno de estos centímetros que otros piensan que son desechos.

 
¿Y cómo lo logra? Pues la respuesta está en la técnica de patch, que se trata justamente de unir diferentes cortes, colores y tipos de tela uno por uno, como un gran rompecabezas, hasta tener la extensión que se desea. Ella primero realiza la maxi tela tras unir los retazos que quiere utilizar y, a partir de ahí, comienza el proceso “normal” de diseño de patronaje y la confección hasta lograr su master piece.

 
Pero esto no es todo, además de ayudar increíblemente en el reciclaje de telas, Franci destina un porcentaje de sus ventas a INVEDIN, que es una asociación sin fines de lucro que ayuda a niños y niñas en situaciones de vulnerabilidad.

 
Definitivamente, una marca que realmente quiere marcar la diferencia y cambiar, desde sus valores, la percepción que se tiene de la industria de la moda.



Un viaje en el tiempo
Por si no fuese suficiente magia la de esta marca, la creatividad de esta diseñadora definitivamente es una bocanada de aire fresco. De todo el universo de telas que encuentra y recibe, ella logra sacar colecciones cápsula; sí, esas que se rigen por una idea o un concepto y que siguen una temática, quizá no con la misma cantidad de piezas que podría tener una colección de una gran casa de moda europea, pero lo que no le falta es imaginación para ver todo un mundo en lo que pueden ser desechos para otros. Su más reciente presentación se titula Sunset Gelato, un viaje completo a los años 70 y al arte psicodélico que marcó toda una era.

 
Con trabajo artesanal hecho en sedas, gabardinas, mallas y lycras, esta diseñadora logró crear piezas para resaltar la silueta femenina con simpatía, atrevimiento y frescura en colores como el rojo, el azul cielo, el fucsia, el verde y el negro.



Un futuro lleno de planes
Actualmente, está trabajando en una nueva colección para cerrar este año. Asimismo, desea trabajar en piezas para hombres y nos confiesa que una de sus más grandes metas es la de colaborar con marcas que compartan esos valores de gentileza, perspicacia y originalidad. Para conocer más de su trabajo y comprar sus piezas, no dejes de seguirla en Instagram @fa_franciarias

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Es fiel creyente y practicante del upcycling, es decir, aprovechar telas de segunda mano y retazos de otros diseñadores para darles una nueva vida y crear algo espectacular