Los orígenes de este adorno floral se remontan a la época medieval donde los caballeros lo usaban como sinónimo de nobleza y como una especie de talismán protector frente a posibles infortunios conyugales, así como para espantar espíritus negativos, olores y enfermedades.
Los ingleses comenzaron a utilizarlo más en el S. XIX, en tiempos de guerra civil y surgimiento del dandismo. A lo largo de toda esa época victoriana con el “
” los caballeros ingleses se diferenciaban contra quienes combatían según el color del ramito que llevaban en sus trajes.
Justamente por esas épocas victorianas aumentó el interés por la botánica y el lenguaje de las flores, entonces era normal y distinguido que los hombres lucieran pequeños regalos florales obsequiados por sus amantes, en los bolsillos del pecho; así recordaban y mostraban el amor por su amada públicamente.
Todo esto ha ayudado a que se recuerde a los seres queridos con pequeños detalles florales y que el también llamado “prendido nupcial” que el novio luce con orgullo, sean demostraciones de afecto hacia su futura esposa o algún familiar que no se encuentre físicamente el día de su boda.
Botonier, Butonniere o ButtomholeA pesar de los orígenes ingleses, la palabra es francesa y significa “ojal”. Se trata entonces de un adorno floral que se pone en la solapa izquierda del traje, tapando justamente el ojal de la chaqueta y sino, va sobre la solapa debajo del nudo de la corbata.
Por protocolo o tradición, suele ponerlo la madre del novio, pero esto es absolutamente opcional. Lo que sí suele ser más común, es que lo lleven el novio y el padrino de bodas principalmente, y algunos testigos o mejores amigos del novio pueden lucirlo junto a él.
Más que una flor Y así como las bodas han cambiado, este accesorio masculino ha adquirido una personalidad ya no tan clásica, sirviendo para demostrar el estilo del novio que puede optar por hasta incluir pequeños juguetes de su infancia o dejar por sentado cuáles son sus pasatiempos o hobbies favoritos con el prendedor que escoja.
De esta manera, ya no sólo se lucen los típicos botoniers a juego con el ramo de la novia y las flores naturales, sino que podemos encontrar prendedores hechos de metal, con creaciones de origami, plumas, flores silvestres o disecadas, suculentas o combinaciones de flores con madera y detalles ecológicos.
Igualmente, como la imaginación no tiene límites y las bodas temáticas llegaron hace mucho para quedarse, el botonier también puede ser un pequeño caracolito de mar si la boda es en la playa o una réplica de nudo marinero. Los deportistas pueden lucir pequeñas pelotas si son amantes del fútbol o béisbol, tablitas de surf, algún escudo de su superhéroe favorito y hasta minifiguras de Lego. Siempre y cuando sea un detalle que tenga estilo, elegancia y resalte el look nupcial masculino.
En armoníaLo ideal a la hora de escoger el botonier es que vaya en armonía con la ceremonia y principalmente en juego con la imagen del novio, tomando en cuenta no sólo su manera de vestir sino su tamaño y contextura. Por lo general, el botonier del novio suele llamar la atención y resaltar un poco más que los que lucen el resto de hombres de la fiesta.
Ten en cuenta que lo importante es que sea un reflejo no sólo del amor y unión de los novios, sino que deje claro la personalidad única del protagonista de la boda que debería tomar en cuenta elegir colores claros y discretos como blanco, beige o gris si se casa de día y dejar los tonos oscuros y llamativos para la noche.