“He disfrutado cada cargo que he tenido… fui recepcionista, me tocó hacer una cama, servir una mesa, realizar un evento y más. Cuando haces lo que te gusta y lo disfrutas, eres inmensamente feliz, así que soy muy feliz aquí todos los días”, afirma la directora.
Otra de sus metas era escribir un libro y lo consiguió. Se titula “Hospitalidad con Alma de Mujer” y allí relata cada detalle de su vida profesional y personal: “Me he propuesto con mi libro ser inspiración, dejar un legado de ser cortés y amable, compartir buenos modales, saludar, ser agradecidos… La cortesía debe estar presente en cualquier momento. A veces se nos olvida que la amabilidad es algo tan bonito y que nos genera tanta alegría… si la practicáramos con mayor regularidad, seríamos todos más felices”, afirma Tachy.