“La idea de nosotros siempre fue hacer un restaurante que fuera auténticamente italiano. Creo que hay muchos que experimentan un poco con las recetas, entonces nosotros quisimos hacer uno que mantenga la esencia de ser tradicional. Traemos recetas algo oscuras del italianismo, como por ejemplo, la fonduta, que son unas croquetas de papas que se sumergen en una especie de fondue, hecho con queso fontina, y se sirven con una yema curada y trufa negra. Es eso, recetas italianas de verdad”, dice Raúl Vallenilla, chef ejecutivo de Ostería.

Y así lo deja por sentado su menú. Lo primero que llama la atención es que en Ostería se apegan a las tradiciones en todo sentido. No existe el menú en QR, por lo que es una grata sorpresa cuando lo dan, a la vieja usanza, forrados en cuero de color verde.

 
Regresando a su carta, Ostería tiene una propuesta interesante: son dos los menús. El primero es para su barra y el otro para la sala. El de la barra cuenta con cinco platos que son ideales para compartir, entre los que destacan el Maiale Pretenzioso, que es un rico y crujiente pork belly con sal y limón; o la ya muy conocida focaccia. Estos platos pueden acompañar a los cocteles, como un Negroni, Apple Martini o un refrescante Clover Club que mezcla la ginebra, con zumo de limón, clara y syrup de frambuesas. Sin embargo, la carta está disponible para todo el mundo… si quieres algo del menú de la barra, pero sentarte en el salón, no hay problema, aquí la idea es satisfacer al cliente y hacer que su estadía en el lugar sea de lo más placentera.

“Tenemos esa filosofía del ‘dolce far niente’, que es ese placer de no hacer nada. Queremos que te pierdas en el momento, que tengas una sentada que disfrutes, con unos tragos y coctelería de calidad, más lo agradable del sitio y que te pierdas para disfrutar con nosotros”, comenta Raúl.

Aires de Toscana
Una vez se pone un pie en Ostería uno siente que se transportó a un rinconcito de Italia, de la Toscana para ser más exactos. Su paleta de color verde hace la magia, así como su decoración y el hermoso árbol que recibe a todos los visitantes. Este restaurante consta de dos espacios: la terraza, que tiene a un frondoso árbol como protagonista y arropa todas las mesas; y su clásico salón, en el que destaca su increíble barra y su horno de pizzas.

En su menú de sala cuentan con una sección de antipasto donde podemos encontrar platos tan clásicos como el carpaccio di manzo o el vitello tonnato, pero también cuentan con platos diferentes como la coliflor rostizada con pesto y crema de parmesano; o la ya comentada fonduta.

Luego están sus pastas, las cuales son hechas en casa. Tienen los cremosos fettuccine carbonara, elaborados con guanciale, yema de huevo, pecorino romano y pimienta; los tortellini de camarones; o sus raviolis con estofado de rabo y cebolla caramelizada. Asimismo, cuentan con unos ñoquis en crema de gorgonzola para los amantes de los sabores fuertes. “A mí me gusta que los sabores de nuestros platos sepan a lo que prometemos que van a ser. Si tú tienes varios platos de salsas rojas, cada una debe saber diferente”, afirma Vallenilla.

En cuanto a los risottos, ofrecen tres: el de ajoporro, que viene con este vegetal caramelizado, caldo de res, pecorino y lajas de parmesano; el verde, que tiene pesto, almendras fileteadas y stracciatella; y el cacio e pepe -el más solicitado- que se prepara con parmesano, pecorino romano, pimienta y, si se desea, con calamares en su tinta. En sus ensaladas llama la atención la de zanahoria, mantequilla y naranja; mientras que en los platos de carne y pescado tienen cotoletta de pollo, corte de cerdo con zanahorias confitadas, la pesca del día y un lomito de res preparado con sal gruesa y gremolata.

“En Ostería tenemos la filosofía que todo es hecho en casa. Las dos únicas cosas que no hacemos en casa son los quesos y todo lo que es el salumi. Para los embutidos tenemos aliados comerciales y hay tanto importados como nacionales. Lo que es la pasta, el pan, todo lo hacemos aquí”.

Y por último, tienen su carta de postres. Son cinco clásicos italianos y tienen la particularidad de que todos son fríos. “Tenemos una panna cotta de romero con frutos rojos en reducción de balsámico y miel; el tiramisú, que en vez de cacao en polvo, usamos chocolate rallado de topping; un semifreddo de tres chocolates: blanco, de leche y oscuro, con un poco de sal marina por encima; un pie de limón en el que flambeamos el merengue; y el más vendido: un gelato de galleta Lotus de Biscoff”.

Pizza napolitana
Su pizza es otro de los atractivos del lugar. A pesar de que en la ciudad la pizza napolitana es una de las de mayor tendencia, la de Ostería es de autor y su chef es graduado de la escuela de la Asociación de Pizza Napolitana de Italia.

 
“Nuestra pizza es 90% napolitana y 10% de autor. Yo tuve la oportunidad de ir a Nápoles y estudiar en la escuela de la asociación. Nuestra pizza se hace con masa madre que tiene una fermentación de 72 horas y tomate San Marzano. La llamo de autor porque dejamos que la cocción sea más larga para que sea un poco más crocante y la base quede más tostada”, explica Raúl.

 
Sin embargo, entre sus pizzas también sobresalen la llamada Cinquanta, que tiene varios tipos de quesos, alcachofa, ajo y tocineta; y la Bianca Verde, con crema de parmesano, cebolla morada, hongos y pesto.

Ostería tiene pocos meses en operaciones, por lo que continúan probando y ajustando ideas; entre esas, la del brunch, el cual será sólo los domingos y todo el día, así como las opciones fuera del menú: “En un futuro no muy lejano nos gustaría que cada día de la semana haya una pasta que esté fuera del menú, que sea una experiencia distinta todos los días”.

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Coordenadas
Instagram: @osteria.ccs
Dirección: Av. Guaicaipuro, urbanización San Marino, Chacao.

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