Árbol navideño con diseño de caramelo, Santini Christmas

Un caramelo con historia
Se acerca el mes de diciembre, y así van a apareciendo en las vitrinas los famosos bastones de caramelo, un dulce sinónimo de Navidad de color blanco con líneas rojas en forma de espiral y un suave sabor a menta. Aunque son muchas las historias de su origen, una de las más populares data de Europa en el siglo XVIII, cuando un maestro de canto en una ciudad alemana encargó a un pastelero hacer unos dulces para los niños del coro de la catedral, el cual tuviese forma de bastón para recordar a los pastores que estuvieron presentes en el nacimiento del niño Jesús, o al mismo Jesucristo como pastor. Igualmente, existe una creencia ligada a la religión cristiana donde explican que no se trata de un bastón sino de la letra J (Jesucristo) y en cuanto a los colores tienen un significado, el blanco representa la pureza de la virgen María y el rojo la sangre de Cristo.
Sin importar cuál es su origen, su popularidad llega a principios del siglo XX, cuando el bastón de caramelo aparece en los Estados Unidos, haciéndose partícipe de las festividades navideñas. Hoy día, forma parte de una tradición a nivel mundial para esta época del año, aparecen con algunas variantes como la combinación del color verde y un cierto cambio en su sabor mentolado. Son el detalle perfecto para regalar solos o como parte de un conglomerado de dulces. Ideales para guindarlos en los árboles o como complemento para cualquier otra decoración, y hasta para mezclarlos dentro de la masa de pasteles o galletas para dar ese sabor tan particular. No sólo para comérselos, también se han transformado en adornos con estilo propio que pueden formar parte de cualquier diseño para cualquier tendencia.

Casacanueces con figura de chefs, Santini Christmas 

Salpicados de azúcar
Esta tendencia envuelve a cada uno de los personajes típicos navideños, es una temática que literalmente rocía a todos con su sabor dulce, cremoso, esponjoso y hasta achocolatado. Estamos seguros que esta decoración será la favorita de Santa Claus y todo su equipo. Empiezan las festividades y así Santa se convertirá en un chef pastelero para no desentonar, podemos verlo en una de sus mejores facetas horneando cupcakes, pasteles, comiendo helados con muchas chispas de colores, saboreando un famoso bastón de caramelo junto con una gran taza de chocolate caliente con malvaviscos. Aparecen los guardias protectores, los cascanueces se verán muy divertidos con sus uniformes con detalles dulces. La simpatía de los duendes se hará más popular cuando ofrezcan algodones de azúcar a los invitados.
Convertir el arbolito de Navidad en un pastel glaseado de varios pisos sin duda será el centro de atención, podemos atrevernos a cambiar los colores típicos y dar paso a tonalidades más suaves que nos hagan saborear el dulce. Rosados, azules y blanco, sin olvidar los brillos. Para aquellos a quienes que se aferren a lo tradicional pero no quieren quedarse fuera de las tendencias, hay una opción de hacer un árbol más pequeño, puede ser de madera, y ahí exhibir muchas golosinas. Añadir adornos que simulan las afamadas galletas con formas de estrellas, copos de nieve, muñecos de jengibre, y hablando de este sabor, las casas de jengibre llenas de colores no pueden faltar, cintas con estampados llenos de azúcar, y todo lo que te recuerde a una merienda dulce, se vale.