Las habitaciones suites hoteleras no tienen los servicios clínicos. Cuentan con dos camas individuales, el mobiliario, el estilo y la iluminación, propios de una suite de hotel.
El lounge, sala de espera y lobby, fueron otros espacios requeridos por el GMSP. Para ello, “se generó un espacio de permanencia, confinando un área con un cerramiento de vidrio que brindara privacidad, sin llegar a perder la luminosidad o generar una sensación de encierro. Con las bondades de un área privada confortable, mobiliario cómodo, posibilidad de trabajo eventual y sitio con amenidades propias de un salón VIP y el confort de un recibidor”, nos explica Hernández.
Estilo
Los cambios siempre son buenos, más cuando se trata de salud, porque al mejorar, la recuperación del paciente también es más óptima.
Según nos cuenta la arquitecta, muchos elementos fueron tomados en consideración para cumplir con los objetivos de este importante proyecto. “El cambio en revestimientos y acabados de paredes y puertas. Incorporando colores más cálidos y revestimientos propios al mundo actual. La iluminación, con luminarias y temperaturas de color acordes a cada área. La configuración de nuevos techos en pasillos y áreas de circulación, con una iluminación que acompaña el recorrido, puntualiza y enfatiza cada identificación de las habitaciones.
En los baños, conservamos la configuración y distribución espacial, pero se incorporaron nuevos equipos, herrajes, nichos, se generaron puntos focales con cambios en algunos revestimientos y acentos, nuevamente para brindar mayor calidez y comodidad al paciente y su acompañante”, enfatiza la experta.
Se incorporaron recursos como mobiliario, cambio de color e iluminación a los espacios para modificar la percepción, y otorgárles un confort y una imagen más cálida y acogedora
“La carpintería y el mobiliario fueron elaborados de forma conjunta, parte realizada por nuestro equipo y parte por nuestros aliados y los de la clínica, que van de la mano y nos brindan su experiencia y calidad”, arquitecta Yremi Hernández.