1. Tómate un tiempo para ti
Ser madre requiere mucho trabajo y energía, pero es imperativo para tu bienestar que encuentres un poco de tiempo todos los días para hacer algo que disfrutes. Lee un libro, cuida tu jardín, mira un episodio de un programa de televisión que te guste, haz un dibujo, inscríbete en alguna clase que te guste o llama a un amigo. Cuando eres mamá, es fácil olvidar quién eres fuera de la maternidad. Programar algo de tiempo en el día para recordarte que tienes otros pasatiempos y personas en tu vida que son importantes para ti. ¡No pierdas tu sentido de identidad!
2. Cuida tu salud física
Puede parecer egoísta a veces, pero cuidarse mentalmente comienza con cuidarse físicamente, así que asegúrate de dormir lo suficiente, beber agua, comer sano, hacer ejercicio a diario y sentarte o caminar bajo el sol. A lo mejor piensas que con todo el ajetreo diario, ir al gimnasio o hacer alguna rutina en casa sería muy agotador, pero es importante hacer algo de ejercicio físico intencional, ya que puede mejorar tu estado de ánimo instantáneamente al liberar endorfinas.
3. Establecer una red de apoyo
Esto es crucial para las madres, ya que brinda ayuda emocional y práctica, alivia el estrés y ofrece una sensación de compañerismo. Puedes encontrar una red de apoyo uniéndote a grupos de mamás locales (como las de la guardería o el colegio) o hasta conectándote con otras mamás en línea (por ejemplo, vía Instagram). Para mantener esa red de apoyo, expresa tus pensamientos y sentimientos de manera abierta y honesta, está disponible para escuchar y ofrecer consejos, y tómate un tiempo para ti misma. Sin duda, una red de apoyo sólida puede marcar una diferencia significativa en tu bienestar mental y en tu experiencia general de maternidad.
4. No te compares
Es parte de la naturaleza humana buscar señales sociales en nuestros compañeros, pero compararse con otras mamás ocupadas no le hará ningún favor a tu salud mental. Esto es particularmente cierto en la era de las redes sociales, donde puedes encontrar publicación tras publicación de otras mamás luciendo hermosas y en forma mientras sonríen junto a sus bebés en una casa impecablemente limpia y decorada de manera elegante. Es importante comprender que las partes de sus vidas que las personas publican en línea, no necesariamente son una descripción precisa de su vida real. Por eso también es tan importante ver a quiénes sigues y los sentimientos que te provocan.
Y si te ves cayendo en comparaciones (que claro que igual puede pasar), trata de recordar tus propias fortalezas y logros.
5. Perdónate por los errores
Nadie es perfecto y, cuando eres madre, seguramente cometes errores como todos los demás. Es normal sentirse un poco culpable cuando no estás a la altura de tus estándares como madre, pero aferrarte a las emociones negativas no te ayudará ni a ti ni a tus hijos. Permítete sentir el remordimiento que causó tu error y luego déjalo ir. Prométete que trabajarás para hacerlo mejor mañana.
6. No le temas a la ayuda profesional
A veces, las presiones de la vida son demasiado para manejarlas por tu cuenta. Aunque un estilo de vida saludable, el cuidado personal y las relaciones interpersonales positivas pueden ayudarte a manejar el estrés de la maternidad, buscar apoyo adicional capacitado puede ser necesario y no hay que sentir vergüenza por ello. Ver a un terapeuta puede ayudarte a realizar un seguimiento de tus emociones y aprender a afrontarlas. Recuerda que esta persona estudió para poder ayudarte a aprender las habilidades necesarias para superar cada día sin sentirte abrumada por tus responsabilidades.