VIP YOEL VAISBERG
POR GLENDY CÁRDENAS SOTO
Emprendimiento y familia
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Este joven venezolano se graduó hace más de una década de ingeniería de producción en la Universidad Simón Bolívar. Sus comienzos profesionales, como pasante, fueron en Probelsa, una de las primeras fábricas de productos de peluquería en nuestro país: “El objetivo inicial era apoyarlos en la optimización de las operaciones de su planta de producción, pero con el tiempo, me dieron más responsabilidades y llegué al cargo de gerente de operaciones”, nos comenta Yoel.
 
En el 2014, emigró a Estados Unidos con su hermano y su amigo Gabriel, quien fue quien lo recomendó en Probelsa. Se fueron para mostrar su experiencia y talento en otras latitudes: “Era momento de diversificar nuestra estrategia y explorar oportunidades de negocio en el extranjero que nos permitieran, por un lado, proteger al grupo empresarial, pero también continuar mi desarrollo profesional”.

A Yoel todo el conocimiento obtenido de una empresa de belleza le sirvió muchísimo para convertirse en emprendedor y desarrollar, desde cero, la marca HAIELLE, la cual ofrece productos de belleza modernos, éticos y holísticos: “El portafolio inicial de productos lo lanzamos en julio de 2018, pero el proyecto realmente comenzó a principios de 2015. Los tres primeros años fueron dedicados a conceptualizar el proyecto, a realizar la investigación y desarrollo de las formulaciones. También dedicamos varios meses a probar distintas versiones de cada producto y a hacer ajustes hasta estar satisfechos con su efectividad y desempeño”.

Además de ser emprendedor, es esposo y padre. Aunque es un reto mantener buen balance entre el trabajo y la familia, asegura que en parte el secreto para lograrlo “es importante estar 100% enfocado en lo que estamos haciendo. Es decir, si es momento de estar con mis hijas, intento dejar el celular a un lado para no estar pensando en temas de trabajo. Si estoy conversando con mi esposa, estoy escuchándola atentamente y no haciendo otra cosa al mismo tiempo. Muchas veces intentamos hacer varias tareas en paralelo para ser más eficientes y no terminamos haciendo ninguna bien”.
 
Sus días comienzan a las 6:00 am. Las primeras horas las dedica a meditar y rezar, comparte con sus hijas, hace ejercicio, desayuna y sale a la oficina. Pasadas las 6:00 pm, regresa a casa para compartir de nuevo con las niñas y luego cena con su esposa. Entre sus pasatiempos está el hacer deportes: “Desde pequeño jugué fútbol, pero luego de dos fracturas, le bajé un poco. En los últimos años incorporé yoga y paddle board. Me encanta la playa y soy fanático de un buen café”.


En el futuro, Yoel se ve delegando y liderando un gran equipo de profesionales “donde cada uno ponga en práctica sus destrezas y aporte lo mejor de sí para el desarrollo del proyecto”.

Asimismo, sueña con poder consolidar todo el esfuerzo que han realizado en estos últimos años, tanto en Venezuela como en Estados Unidos: “Poder beneficiar no sólo a nuestra comunidad de usuarios, que se encuentra dispersa por todo el mundo, sino también me siento comprometido con todas las personas maravillosas que han trabajado junto a nosotros para alcanzar estos logros. Realmente deseo poder mejorar el bienestar y la calidad de vida de todos ellos”, asegura Yoel.