Hoy, al escuchar el nombre de Sunala, podríamos pensar en sus miles de seguidores en redes sociales, en sus piezas originales y en sus hermosas colecciones, pero eso no es todo. Detrás está la historia de una joven que comenzó sin saber mucho más de lo que podría saber cualquiera a los 26 años, pero en ella había una atracción inexplicable hacia la moda, que la llevó a trasladar sus conocimientos en diseño de estructuras a la silueta de las mujeres. Hoy, luego de muchos ensayos, errores, aciertos y desaciertos, Andrea aprendió todo lo necesario para ganarse el título (no oficial) de diseñadora, estudiando y aprendiendo por sí sola.

Sus padres tuvieron mucho que ver en esta meta, no porque estuviesen involucrados en este mundo, sino por sembrarle la semilla del trabajo duro, del comercio y la convicción de que con una gran disposición se puede llegar a cumplir cualquier sueño.

 

Una marca que nace entre las olas
La playa tiene un significado especial en la vida de Andrea, pues de niña acostumbraba a ir mucho con su familia. Creció entre los azules del mar, los mismos que la motivaron a crear algo único que reflejara la paz, la nostalgia y la felicidad que estos recuerdos traen a su mente. Este fue uno de los motores principales para concentrar todo su talento en hacer trajes de baño y atuendos para playa.

 
Cinco años después, Sunala es una marca que se ha ganado su espacio en el corazón de las mujeres dentro y fuera de las fronteras venezolanas, transmitiendo un mensaje con diseños que comunican confianza, diversión y elegancia.

 
Su misión es que cualquier mujer con alguna de sus piezas sienta que es hermosa y capaz de todo, algo que ha logrado ofreciendo prendas imponentes que combinen con la fuerza y la autenticidad de cada mujer.

Lo que deseas es posible
Una de las características de la marca es la confianza. No sólo esa que te hace tomar decisiones y te lleva a forjar relaciones, sino también aquella que nace en uno mismo, la que te impulsa cada a día a perseguir tus sueños y querer dejar tu huella. No en vano el logo de Sunala es protagonizado por una leona.

 
Trajes de baño a la medida es el proyecto que más la entusiasma, pues confesó que cada clienta es un verdadero reto y que la han llevado a hacer posible diseños y piezas tan únicas que le emociona el explorarse a sí misma a través de ellas. Esto la ha llevado a hacer de cada mujer una compañera de viaje, ya que son las que la ayudan a cambiar el proceso de compra por toda una experiencia. Es comenzar de cero, adaptarse a sus siluetas y sus deseos, y crear algo totalmente diferente que las hace sentirse fuertes, hermosas y cómodas.

De las tendencias a lo auténtico
El proceso creativo de cada artista es diferente y los diseñadores no escapan de ello. Muchos se inspiran en lo que los rodea, otros en sus vivencias. Andrea confiesa que se inspira en todo y en nada. Su tarea comienza en la investigación, pues le gusta actualizarse con las tendencias de cada temporada y estudiar en todas las pasarelas cortes, texturas, paletas de colores y tomar un poco de los grandes nombres de la moda. Pero no termina ahí, luego viene la parte más divertida para ella, pues una vez que tiene sus anotaciones y su mente fresca con lo nuevo, comienza a plasmar de la nada; es decir, sus creaciones son una combinación de la historia que ella quiere contar con la que está dando vuelta al mundo.
Así es como va dando forma a sus prendas. Todo comienza en una investigación a la que agrega su ADN y de esa forma aporta al diseño venezolano algo único, interesante y con una historia diferente, pero sin dejar de lado las pautas internacionales.

La playa es un paraíso
Paradisus es el nombre de su más reciente colección, la cual está llena de cortes fuera de lo convencional y estampados realmente únicos, ya que fueron ilustraciones originales de la marca, lo que le aportó ese toque excéntrico e irrepetible, haciendo de cada prenda algo novedoso.
Esta colección se inspiró en un viaje de exploración a la naturaleza y en nuevos descubrimientos, pues Andrea quiso jugar con texturas y colores en boga, como los metalizados y tonos pasteles, con la imponencia y la belleza de la naturaleza, creando ilustraciones junto a su equipo que representaran realmente esa conexión con lo que nos rodea y que nos hace existir.

 
Es aquí donde los estampados de flores, palmeras y distintas plantas se materializaron para dar vida a una propuesta auténtica, multifacética y creativa, dando vida a sus dos líneas: la de trajes de baño y la de ropa de playa.

 
Paradisus cuenta con una historia de color sobria y elegante, pues la intención era agregar ese toque de sofisticación y despertar en cada mujer que elige una de sus piezas esas múltiples facetas que le permiten ser quien es, con sus fortalezas y sus debilidades, siempre única, sin dejar de lado el estilo.

 

Vistazos hacia el futuro
Andrea Suñé tiene en mente la internacionalización, pues asegura que su marca, como muchas otras venezolanas, tiene calidad de exportación; así que trabaja por ampliar esa lista de países a donde quiere llegar, ya que actualmente ha logrado vender sus piezas en México y República Dominicana a través de su página web.

 
Además, quiere trabajar en próximos proyectos que ayuden a Sunala a ser más amigable con el ambiente, como telas ecológicas y mejores empaques, y así sumarle más al proceso que ya ha desarrollado con técnicas artesanales y evitando la producción masiva con la intención de generar la menor cantidad de desperdicios posibles.

Definitivamente, esta firma proyecta un gran futuro, pues la mente detrás de su proceso creativo está dispuesta a mejorar cada día para crecer, así como a seguir contando historias a través de diseños que representen su creatividad y continúen llevando de la mano a mujeres seguras y poderosas que disfrutan la vida junto al mar.