La construcción de la quinta Samambaya comenzó en el año 1958 y fue planificada para edificarse en los terrenos pertenecientes a María Teresa Boulton, el creador de la obra fue el arquitecto
Iván Denis Saldumbide y tras varias décadas de su creación, es un patrimonio familiar y arquitectónico invaluable.
Tesoro en el tiempo
En los años 70, la casa pasó por su primera remodelación y fue ampliada al tamaño que tiene en la actualidad. Dos décadas después, específicamente en 1997, es remodelada nuevamente por los nietos de Andrés Boulton e hijos de Iván Denis (actuales dueños) y cambiaron la casa de uso familiar a uso público.
El proyecto de cambiarla a uso colectivo surgió para mantener la propiedad “no quisimos tumbar un patrimonio familiar y arquitectónico, por ello la hicimos económicamente factible. Se hizo que la casa tuviese interés público, y para ello comenzamos con los eventos y estamos ampliando la oferta, para hacer de ella también un sitio o punto de referencia turística para la ciudad de Caracas”, comenta Gonzalo Denis, quien es arquitecto y uno de los dueños.
Con el pasar de las décadas, Samambaya ha ido cambiando, por lo que la antigua habitación principal ahora es una galería, el comedor fue ampliado y tomaron parte de la cocina. Hicieron un gran ventanal, que originalmente no existía, en la parte superior del salón y, el paso de los baños para damas, lo modernizaron.
Una propiedad que destaca
La belleza natural que envuelve a Samambaya hace que sea un lugar muy especial, ya que existe una mágica simbiosis entre el ambiente y la construcción. Gonzalo explica que “el cerramiento es casi invisible, el adentro y el afuera es un espacio fluido, dónde vas de un sitio a otro sin percibirlo, sino que se hace de una manera muy amena, muy ligera”.
Y de la parte arquitectónica, Gonzalo también destaca varios aspectos. Uno de ellos es el techo: “es un techo abovedado de formaletas”, que gracias a éstas, la construcción de la casa cuenta con pocas columnas; y las vigas para sostener el techo no se notan, por lo que la casa tiene fluidez espacial. Su estructura es importante y novedosa, “el techo tiene unos grandes volados que se cree que es casi que un papel que cubre toda la casa”. Los pisos también son un punto que destaca el arquitecto Denis, “el piso es de baldosas que se trajeron de japón, que en la zona social es de color rojo y en las antiguas zonas íntimas es de color blanco. Hoy en día, existen otros pisos como uno gris de cemento, pero esas son las remodelaciones que tuvimos que hacer recientemente, para transformar de una casa de uso familiar a una de uso colectivo o comercial”. Por último, se refiere al trabajo en madera “lo considero que es maravilloso, responde también a un diseño moderno, en su momento, y que igualmente está vigente en nuestros días”.
Remodelaciones recientes
Con la pandemia, muchas cosas cambiaron, y Samambaya no escapó a los cambios. Gonzalo explica que “el año pasado remodelamos toda el área de la piscina, le hicimos baños nuevos, que no existían. Recordemos que la piscina es de 1936, una de las primeras que se hicieron en Caracas, a nivel privado, y la mantuvimos intacta, hasta hace un año, que aprovechando la pandemia, tomamos ese tiempo para remodelarla y modernizarla un poco, sin que perdiera su aspecto antiguo”.
Características
- Terreno de cinco hectáreas
- La casa tiene 800 metros cuadrados
- Dos salones principales
- Terrazas
- Piscina
- Jardines
- En el nivel medio está la galería, la entrada principal y el salón
- Las cuatro habitaciones con sus baños, del nivel superior, forman un apartamento
- Y en la parte de abajo está la cocina, depósito, comedores, cuartos de servicio, lavandería.
Patrimonio Arquitectónico destacado
La casa fue declarada por el Alcalde Gerardo Blyde como patrimonio arquitectónico de Baruta. Hoy día, es considerada patrimonio arquitectónico de la ciudad de Caracas, tanto por su valor arquitectónico así como por lo intangible, en lo que se incluyen todas aquellas personalidades que pasaron por Samambaya cuando era una casa familiar. Embajadores, expresidentes, políticos, empresarios acudieron a esa casa infinidad de veces, la cual era reconocida como esas villas caraqueñas importantes, donde se hacían fiestas y reuniones empresariales en aquel entonces.