En la última década el blanco impoluto reinó en los diseños de las cocinas, pero ahora se está quedando atrás y la razón es muy sencilla: hay una búsqueda constante de sensación de hogar y el blanco puede lucir estéril.
Para el 2023, se espera que la tendencia gire en torno a cocinas con colores atrevidos y diferentes, desde tonalidades pastel (tanto en gabinetes, como en electrodomésticos), hasta colores fuertes y elegantes como negro y azul marino.
Aunque sabemos que el blanco jamás dejará de estar de moda, está dejando de ser el protagonista de los diseños, para convertirse en un aliado para nuevas combinaciones.
Snaidero, Atelier CasaLos colores más trendy
Aunque esta nueva corriente se basa en destacar tu personalidad por encima de la tendencia, estos son los colores que más se repiten en los catálogos para el 2023.
Verde salvia: su conexión con la naturaleza hará de tu cocina un espacio orgánico y pacífico. Además, va a la perfección con materiales naturales como la piedra y la madera.
Azul índigo: evocando a la elegancia de la década de los años veinte, esta tonalidad te permitirá crear una cocina armoniosa, inolvidable y tranquila.
Gris texturizado: manteniéndose en la línea de los tonos naturales, el gris texturizado conquista por su sentido rústico y salvaje. Elige piezas que se asemejen a rocas naturales.
Negro mate: utilizarlo en los gabinetes, te permitirá darle un
spotlight mucho más especial a otros detalles de tu cocina como los topes y salpicaderas.
Oldie but goodie
Esta tendencia de incorporar el color a las cocinas no es nueva, de hecho, la revolución colorida comenzó en los años cincuenta, cuando la idea de una cocina consistía en una explosión de personalidad y color. Querían funcionalidad y armonía en cada espacio sin sacrificar la estética.
Grandes compañías como General Electric, Kelvinator y Frigidaire sacaron colecciones de cocinas, lava platos y neveras en colores pasteles (rosa, amarillo, verde, azul) y fueron un éxito absoluto. Por más de treinta años, la tendencia se mantuvo intacta, de hecho, las cocinas más coloridas y excéntricas aparecieron en los años setenta y ochenta.
La idea de estos espacios llenos de color cambió entre los años noventa y 2000, cuando se popularizó el diseño de la casa con concepto abierto; donde la cocina y la sala de estar se unen en un mismo espacio para crear un área de convivencia grande y unificada.
Transformándose en un área completa –en unión con la sala-, el diseño de la cocina perdió el carácter único y excéntrico, para convertirse en un acompañamiento neutral. Comenzaron a migrar hacia los materiales más naturales como el mármol, la piedra, el granito y la madera, hasta lograr crear una armonía estética entre la cocina y el resto de la casa.