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POR EILEEN HERNÁNDEZ SMITTER
Marina Taylhardat
Artista de corazón
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FOTOGRAFÍA @AARONJO.C

Con una personalidad llena de energía e irreverencia, se presenta como la consentida de la casa: “Mi niñez fue perfecta. Soy la menor de una gran familia y todo giraba en torno a mí. Llegué de sorpresa, fui un súper regalo para todos en la casa, muy amada por mis hermanos y hermana”.

Se graduó de internacionalista en la Universidad Central de Venezuela y, con orgullo, asegura que fue una de las etapas más importantes y encantadoras de su vida, pues participó en intercambios estudiantiles y eso le permitió conocer países como Japón, Cuba y Estados Unidos.

Sin embargo, es artista de corazón: “Estar embarazada me despertó la creatividad. Empecé haciendo collares y pulseras muy originales con materiales distintos y fuera de lo común”. Así nació su marca Ushuva, con el deseo de hacer sus propias creaciones y tener esa libertad de no cumplir con estrictos horarios. Se dio a conocer en el mercado comercial como una marca de accesorios orgánica con toques excéntricos y originales.

“Pero a los dos años decidí reinventarme y surgió el pedacito de mi corazón… buscando generar un movimiento donde el corazón estuviese presente y pudiera regalar amor por medio de mis piezas”, nos dice Marina sobre el nacimiento de su marca de ropa, que es reconocida en la actualidad tanto a nivel nacional como internacional.

Pero aún inmersa en sus espacios llenos de imaginación y creatividad, ella siempre tiene tiempo para estar en casa y compartir con su esposo e hijas: “Me encanta acostarme en mi cama a ver Netflix o a escuchar música. También tengo una nueva rutina en las mañanas donde me levanto temprano a meditar y, dos veces a la semana, practico ejercicios funcionales”.

Asimismo, disfruta dibujar y aprovecha esta pasión para divertirse, inventar, improvisar y crear piezas para su marca. También tiene su lado extremo y visita las playas del estado Falcón para practicar kitesurf.

Nos confiesa que para ella la Navidad es una época de sentimientos encontrados, pero Ushuva ya está vestida para celebrar el nacimiento del Niño Jesús y empezar por todo lo alto el nuevo año “con una colección que lleva por nombre Metamorfosis, la cual insta a la transformación, convirtiendo ciertas piezas en algo nuevo… rehusando, arreglando y dando vida a aquellas piezas escondidas en el clóset”.

Además, estos cambios trascienden a los espacios físicos con una mudanza, moviendo y atrayendo las buenas energías. También apoya a nuevas marcas con su #ushuvalaagencia, donde las artes, la originalidad y la conexión son las protagonistas para generar evolución. Para conocer más de ella y su trabajo, no dejes de seguirla en Instagram @ushuva y @ushuvafix