Lo primero que sorprende son los techos de doble altura del hall de entrada, el cual conduce a una gran sala de estar de concepto abierto y ofrece también una hermosa panorámica del exterior y el comedor



La sala está amueblada con piezas de alta calidad y tiene vistas al jardín subtropical. Una paleta de tonos neutros con acentos azules brinda una atmósfera de serenidad. Asimismo, se jugó con el uso de distintos materiales, texturas y formas para brindar un espacio muy acogedor

 

Para el comedor de 12 personas se optó por una mesa sumamente ancha que permitiera dos personas en cada extremo. La lámpara es la gran protagonista y actúa prácticamente como una obra de arte



La cocina -hecha a la medida- tiene una estética mucho más minimalista y moderna, un interesante contraste con respecto a otras áreas de la villa



En las habitaciones se continuó con la paleta neutra y acentos azules de la sala de estar (pero con accesorios metalizados y transparentes para mayor sofisticación). La enorme cabecera es el punto focal (una manera interesante e inteligente de prescindir de cuadros) y los enormes ventanales sacan provecho de las vistas a los campos de golf

Al aire libre se crearon múltiples espacios de entretenimiento con divisiones arquitectónicas para distintas ocasiones: desde una cena al fresco hasta una noche chill-out con amigos, tragos y buena música