LED significa diodo emisor de luz por sus siglas en inglés, que es un dispositivo que emite longitudes de onda que se ven como luces de colores que tienen efectos terapéuticos a través de esa energía luminosa. Es la también llamada terapia fotodinámica o fotobiológica, pero no debe confundirse con un láser, que son terapias más específicas.

Beneficios y consideraciones
Exponer nuestra piel a este tipo de luz, mejora su elasticidad, hidratación, color y firmeza. No ocasiona dolor, ni molestias, ni efectos secundarios; mas bien es una terapia relajante y agradable que puede ser administrada a pacientes de todas las edades.

La luz LED se desarrolló originalmente para acelerar la curación de heridas, desinflamar y mejorar los moretones y las cicatrices post-operatorias. El rejuvenecimiento de la piel resultó ser una feliz coincidencia. Además, es eficaz en el manejo de acné inflamatorio, rosácea y manchas según se varíe el color que se use.

 
Cuando usamos los LED, las células de la dermis de la piel convierten esa energía luminosa en ATP (trifosfato de adenosina), que es la energía o combustible que las células utilizan para sus diferentes funciones. En el caso de las células de la piel, llamadas fibroblastos, tienen la función de producir colágeno y elastina. Así que esto explica el efecto benéfico y de rejuvenecimiento que observamos al usarlos. Asimismo, promueve la microcirculación de la piel activando su metabolismo, oxigenando el tejido y reduciendo la cantidad de bacterias presentes.

Todos los cambios son paulatinos y requieren de múltiples sesiones de aproximadamente 20 minutos; igualmente, se requiere tiempo para ver los resultados.

Sus distintos colores
Cada LED tiene una longitud de onda que equivale a un color y que, por lo tanto, producen efectos diversos. 

- La luz roja aumenta la producción de colágeno, por lo que es el led que se usa para rejuvenecimiento cutáneo. Con este tipo de luz se mejora la textura, resistencia, suavidad y calidad de la piel. La usamos como complemento de los diferentes láseres de rejuvenecimiento.

- La luz amarilla tiene un efecto antinflamatorio y es capaz de mejorar la cicatrización y disminuir los morados, por lo que la usamos luego de los diversos tratamientos cosméticos mínimamente invasivos, procedimientos quirúrgicos y hasta inyecciones cosméticas.

- La luz verde mejora la hiperpigmentación o manchas oscuras actuando sobre los melanocitos, disminuyendo la producción excesiva de melanina que es el pigmento de la piel. La usamos para aclarar manchas e igualar el tono de la piel.

- La luz azul tiene un efecto antibacteriano, por lo que está indicada en el acné inflamatorio leve-moderado. También puede utilizarse en la rosácea por su efecto anti-inflamatorio. Este LED tiene la capacidad de penetrar en la piel y producir radicales de oxígeno que destruyen la bacteria Cutibacterium acnes, que es la causante del acné. Sin duda, es la terapia perfecta para potenciar los tratamientos tópicos antiacné.

Es importante destacar que todas estas luces son perfectamente combinables entre sí y con otras técnicas de la dermatología cosmética. No obstante, a pesar de lo segura que resulta esta terapia, la evaluación del dermatólogo es imprescindible para determinar la indicación del tipo de luz más precisa en cada caso y personalizar así el tratamiento. Así que, si quieres una piel bella, pero sobre todo sana, visita a tu dermatólogo.

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