A ellas les está inculcando hábitos saludables y nos confiesa que el mayor aprendizaje obtenido como mamá, hasta ahora, ha sido “entender que no todo sale como uno lo planifica y aprender a dejar fluir un poco más mi vida, sin ‘la perfección’ que siempre busco”.

 
Aunque su estilo de vida siempre fue muy sano por la crianza de su mamá, al casarse, Mafe adoptó ciertos hábitos de su esposo y cuenta: “Mi mamá ya no vivía en Venezuela y, cuando la fui a visitar al año de estar casada, se alarmó con mis cambios. No me dijo que me veía gorda, sino que me regaló el libro Clean de Alejandro Junger, un libro que cambió mi vida. Trata sobre la actividad autocurativa que tiene nuestro cuerpo y cómo a través de lo que consumimos no logra realizar esa actividad. También habla sobre un detox de 21 días, el cual hice y transformó por completo la manera de ver mi cuerpo”.

Luego de ese libro no hubo vuelta atrás, pues Mafe poco a poco fue cambiando los productos de limpieza, cuidado personal, maquillaje y alimentos de su casa por mejores opciones. “Entiendo mi cuerpo muy bien. No me considero extremista, simplemente consciente con lo que consumo. Un día me puedes ver comiendo torta y tomando una copa de vino, mientras que otro puedo no consumir nada de eso. La vida es un balance”, dice.

 
Ese giro en su vida surgió hace seis años y en su cuenta personal de Instagram compartía las comidas. Para llegarle a más gente, creó @matchaychocolate: “Mi esposo me sugirió que creara una cuenta pública para seguir compartiendo y jamás me imaginé que sería lo que es hoy. Se llama Matcha y Chocolate porque junté dos cosas que amo: el matcha (la mejor versión de la cafeína) y el chocolate (que puede ser tanto saludable como no), y también se traduce en una manera de vivir en balance consciente”, comenta. A través de sus stories, posts y reels, invita a llevar una vida consciente, recomienda productos (tanto nacionales como importados) y ofrece una masterclass pre-grabada sobre los disruptores endocrinos y las toxinas.

 
Además de dedicarle tiempo a su familia, sus proyectos y a su trabajo como creadora de contenido, Mafe también disfruta de sus propios pasatiempos: “En el 2022 me dediqué a buscar esos hobbies que me llenaran realmente. Uno de ellos es jugar bowling, me divierto muchísimo. Empecé a bordar y tengo hasta un club de bordado consciente con una profesora increíble llamada Delia (@tallerelpunto). Comencé a jugar tenis porque mi esposo es adicto y la verdad que me ha gustado un montón y siento que es un excelente cardio. También me encanta hacer yoga y pilates”.

Ella sueña con que seamos más conscientes a nivel general, que se deje de usar tanto plástico y productos que destruyen al planeta. A futuro, quisiera ser una fuente de inspiración para que las personas logren su mejor versión: “Me encantaría formar parte de un movimiento de cambio en los productos nacionales, pero también dar a conocer más esas marcas locales que ya están haciendo productos con mejores ingredientes”, concluye.