Bajo esa premisa, podemos entender que la aromaterapia, si es aplicada a nuestros hogares, traerá un sinfín de beneficios, promoviendo la relajación y una sensación de alegría. De esa forma, proveerá de una mayor tranquilidad a todos los ocupantes de dicho hogar.

Tal para cual: un aroma para cada lugar
Conociendo las ventajas de la aromaterapia, es posible deducir que las fragancias para cada espacio del hogar varían acorde a nuestras necesidades. Tomando en cuenta eso, acá te brindamos algunas importantes recomendaciones:
- Sala: es un espacio social y de recreación, por lo que los aceites esenciales frescos, florales y afrutados favorecerán la extroversión y comunicación.
Opta por: cítricos como la naranja, el limón o esencias de rosa, jazmín, romero, pino y hasta cedro.
- Cocina y comedor: suelen ser ambientes en el que se reúnen amigos y familiares, pero de manera más íntima y tranquila, y en donde se busca favorecer la asimilación de los alimentos.
Opta por: fragancias a especias como la canela, laurel, nuez moscada, pimienta, menta y orégano, las cuales solemos utilizar para condimentar los alimentos.
- Oficina: la concentración, disciplina y creatividad deben reinar en este espacio, en el que buscamos alcanzar la superación profesional.
Opta por: aceites con aromas orientales o florales, que evoquen a la naturaleza. Puedes elegir entre el sándalo, incienso, vetiver, palo de rosa, limón, verbena y otros.
- Habitación: un ambiente que invite a la sensualidad, reposo y paz, y en el que podamos disfrutar de un sueño reparador.
Opta por: esencias a ylang-ylang, geranio y patchouli para un aire romántico, mientras que la manzanilla romana, bergamota, valeriana y lavanda te ayudarán al descanso.
- Baño: este templo creado para el cuidado de nuestro cuerpo es donde nos relajaremos y revitalizaremos después de una gratificante ducha.
Opta por: aromas que reaviven nuestro cuerpo como el palo de rosa, salvia, sándalo, enebro, manzanilla alemana, geranio, rosa, lavanda y más.
- Closets: esta área dedicada al resguardo de nuestra ropa y demás tesoros no debe pasar desapercibida cuando hablamos de aromaterapia. Al tratarse de un espacio usualmente cerrado, lo mejor es utilizar fragancias asociadas a nuestros perfumes personales.
Opta por: olores que suelen usarse como base de los perfumes, entre los que encontramos, por ejemplo, el ciprés, sándalo, mirra, vetiver, lemongrass, gálbano, geranio y benjuí.

¡No lo olvides!
Si deseamos mayor comodidad y crear mejores sensaciones en nuestro hogar, es muy importante que los olores elegidos no sean pesados ni fuertes, ya que pueden volverse tediosos y desagradables. De igual manera, te recomendamos evitar aquellos que tengan químicos, o que los posean en poca cantidad, ya que serán más beneficiosos para tu organismo.

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Aires de felicidad
Aún cuando no utilicemos los aromas como una terapia en sí, podemos entender que el olfato es capaz de llevarnos a evocar sentimientos, e incluso, activar nuestros recuerdos. Y es que, está claro que los aromas logran un efecto inconsciente en nosotros, haciéndonos capaz de segregar endorfinas, conocidas también como la hormona de la “felicidad”, sobre todo cuando estamos cerca de una fragancia agradable.

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Fragancias para recordar
Lavanda: este aroma floral posee propiedades relajantes, lo que lo hace ideal para los dormitorios, especialmente a la hora de conciliar el sueño. Aplícalo en gotas o spray a tu ropa de cama y estarás listo para descansar.
Romero: si lo que deseas es combatir el estrés y la ansiedad, esta fragancia es el estimulante perfecto. Además, puede ayudarte a mejorar tu capacidad de concentración y memoria. Úsalo en tu oficina y déjate llevar por su olor.
Jazmín: no sólo es un antidepresivo natural, sino que también posee propiedades afrodisíacas, así que es un magnífico compañero para tu habitación.
Eucalipto: esta poderosa y fuerte esencia purifica el aire, sirve de antiinflamatorio y protege nuestro sistema inmunológico. Y, por si fuera poco, sirve como repelente de mosquitos.
Clavo: al igual que el eucalipto, funciona muy bien para ahuyentar a los mosquitos. Sin embargo, su mayor característica es que cuenta con propiedades antisépticas, estimulantes y antibacterianas, entre otras indiscutibles ventajas.
Rosas: esta delicada y suave fragancia nos ayuda a conciliar el sueño, combatir el cansancio y aliviar la depresión, dándonos una innegable sensación de bienestar.
Jengibre: dentro de la aromaterapia, esta esencia destaca por sus virtudes analgésicas y por ser sumamente beneficiosa para la respiración. Asimismo, es capaz de promover el buen funcionamiento del sistema digestivo.
Vainilla: su perfume está asociado a la calidez y pureza. Una vela o aceite aromático con este olor llenará de energías positivas y armonía tus espacios.
Limón: como todo buen cítrico, su aroma nos ayuda a purificar el aire y brindar alegría, por lo que es genial para combatir el cansancio y afianzar nuestra concentración. ¡Pruébalo dentro de tu estudio!
Naranja: esta fragancia puede aumentar tu energía, equilibrar tu ánimo y mejorar tu humor, logrando un ambiente de entusiasmo y optimismo.

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La aromaterapia sirve para reducir el estrés, mover las energías y atraer los pensamientos positivos.

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No basta con utilizar una esencia general para toda nuestra casa, cada espacio merece su propio aroma, pensado en el flujo de energía que deseas alcanzar

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