PERFIL
Fotografía FABLETICS
Demi Lovato - Luchadora
Después de una sobredosis que casi le cuesta la vida en el 2018, Demi regresa este año con un nuevo y personal álbum, otra edición limitada de ropa deportiva y un proyecto de actuación en Netflix
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“No estoy dispuesta a destruir otra vez mi salud mental para verme de cierta manera”
En enero se presentó en los premios de la academia de la música, dejándose ver por miles de personas desde aquel incidente. Fue una vulnerable presentación donde, vestida completamente de blanco y sin poder contener sus lágrimas, interpretó “Anyone”, una canción que parece mas bien un grito de ayuda donde habla precisamente de que ella se siente tonta al cantar o rezar porque siente que nadie la escucha y necesita que alguien lo haga.
Curiosamente, esta canción la co-escribió y grabó cuatro días antes de su sobredosis. En ese momento, dijo Demi en una entrevista, no se percató que, aunque ella estuviera en negación y creyera que todo estaba bien, su interior se estaba manifestando.
La lucha con la comida
Su padre era alcohólico y drogadicto, cosa que hizo que la madre de Demi se separara de él, y fue algo que a ella la marcaría pata siempre.
Fue víctima de bullying en la escuela, tanto que un día llamó a su madre y le pidió que por favor la fuera a buscar para más nunca regresar, y así fue, Demi fue educada en casa.
Siendo muy niña consiguió trabajar en éxitos televisivos como Barney & Friends (junto a Selena Gómez) y Camp Rock (con los Jonas Brothers).
Desde allí su carrera musical despegó, pero también se agravaron sus problemas: la bulimia y la adicción por las drogas y el alcohol.
A los 18 años fue ingresada por primera vez a un centro de rehabilitación. Sin embargo, ahora analizándolo en retrospectiva, asegura que su peor error fue regresar a trabajar seis meses después de eso, ya que nunca se recuperó por completo.
Los últimos seis años había logrado estar sobria; sin embargo, cambió esta adicción por la comida y su lucha interior por tener un cierto tipo de imagen la llevó a una recaída mucho peor.
En una entrevista con la modelo Ashley Graham en su programa en YouTube, confesó que, aunque en los últimos dos años la gente creyera que se estaba recuperando de sus trastornos alimenticios porque estaba visiblemente más delgada y tonificada, además que en redes sociales se mostraba feliz haciendo ejercicios y con su imagen, en realidad estaba cayendo de nuevo… sólo que los síntomas eran diferentes a los del pasado.
Entrenaba hasta tres veces al día, su antiguo equipo de trabajo le revisaba sus pedidos y camerinos para que no tuviera acceso al azúcar (hasta le quitaban las frutas de los cuartos de hotel donde se hospedaba en las giras) y por años su “torta” de cumpleaños fue una patilla con crema batida sin azúcar. Este exceso de control y restricciones la hizo sentir “más infeliz que cuando tomaba”, como confesó en el show de Ellen DeGeneres, así que volvió al alcohol y las drogas, hasta terminar el 20 de julio en un hospital de Los Angeles que, de no haber sido por unos amigos que le suministraron Narcan (un tratamiento para contrarrestar el efecto de opioides), quizá estaría muerta.
Esta vez se tomó un poco más de año y medio para volver a los escenarios. Cambió por completo su equipo de trabajo y se dedicó a componer. Estando hospitalizada, escuchando las canciones que había grabado días antes, sabía que si salía de esa situación, la primera canción que quería cantar públicamente sería “Anyone”, como finalmente lo hizo: “Es una fracción de mi historia pero suficiente para mostrarle al mundo donde he estado”.
“Lo mejor a lo que puedes aferrarte en la vida es la gratitud”
Nuevos horizontes
Desde el 2019, su carrera está en manos de Scooter Braun, el manager de Justin Bieber y Ariana Grande, cosa que la ayudado en todos los aspectos; incluso, para crear una amistad con Grande, a quien considera su amiga y un gran apoyo: “Me encanta el hecho de que Ariana y yo tenemos una amistad tan solidaria porque es difícil de encontrar. Dos mujeres que están en una industria competitiva: todo el mundo parece querer enfrentar a las mujeres entre sí, por lo que sería muy fácil hacerlo. Siempre anhelo la amistad con mujeres. Creo que es muy sagrado”.
Con respecto a su imagen, no está dispuesta a volver a sus antiguos hábitos sólo para estar delgada. Sí le dijo a Ashley Graham en la entrevista que no es que ahora está 100% feliz como se ve o que se mira al espejo para repetirse que es hermosa tal y como es porque es mentira, pero que sí trabaja en la aceptación desde la gratitud porque al menos está sana y poco a poco irá mejorando, pero sin sacrificar su salud mental.
“Mi trastorno alimentario me impidió volver a actuar durante años. Pero finalmente llegué a un lugar con mi cuerpo donde pensé: ‘¿Por qué voy a dejar que esto me detenga cuando es sólo mi caparazón?’ He dejado de permitir que mi peso controle mi vida”, dijo Demi recientemente a una revista de moda acerca de sus futuros planes de actuar en una comedia de Netflix.
Asimismo, pronto sacará un nuevo material discográfico donde “contará” por todo lo que ha pasado desde su última sobredosis: “Me he mantenido al margen durante dos años. He mantenido la boca cerrada, mientras que los tabloides se han vuelto locos. Y mi álbum es finalmente el lugar donde puedo dejar las cosas claras”.
Solidaria en tiempos del Covid-19
En abril lanzó su colaboración Primavera-Verano 2020 con la marca deportiva Fabletics, con quienes ha trabajo en el pasado. Esta vez Demi no temió mostrarse con unos kilos más que su campaña anterior y un porcentaje de las ventas será donado para ayudar al personal médico de primera línea que atiende a pacientes con el virus en los Estados Unidos.
