Todo tiene su razón de ser, y la decoración navideña no es la excepción. Cada detalle, cada adorno y hasta el lugar al colocarlos puede hacer la diferencia al querer atraer buenas energías, y así lo explica el Feng Shui. Una corriente filosófica que siempre está en boga y que se ha complementado a la perfección con esta época, donde la prosperidad debe marcar la pauta para una feliz Navidad y un venturoso año 2024.

Para el Árbol de Navidad
Podemos tener once meses de mucho trabajo, ajetreo y estrés, pero al llegar diciembre todo cambia, el ambiente se vuelve de fiesta y los ánimos de celebrar están al máximo. En el Feng Shui, la Navidad es la época del año donde hay más positivismo y por eso se aprovecha. El Árbol de Navidad y todos sus componentes son los representantes ideales para poner en práctica la sabiduría de dicha corriente. La presencia de sólo el árbol simboliza para el hogar la fertilidad y la regeneración de energías.



¿En qué lugar?
A través de la decoración y orientación de los espacios y elementos, las energías se mantienen en movimiento para buscar ese equilibrio entre lo material, natural y la espiritualidad. La ubicación del árbol es muy importante y según nuestra intención para el Año Nuevo, debemos tener en cuenta:
Al norte: trabajo y dinero.
Al noroeste: reconocimiento y oportunidades.
Al suroeste: amor.
Al oeste: proyectos y crecimiento económico.
Al este: buena fortuna.
En el centro: salud física y emocional.


Las clásicas bambalinas
Las manzanas y otras diversas frutas fueron las bambalinas en el pasado, y hoy día, siguen teniendo el mismo significado. Esas esferas de distintos tamaños y tonalidades son símbolo de abundancia y prosperidad. Con la elección del color, podemos dar más valor a eso que queremos como deseo de Navidad:
Rojo: amor y generosidad.
Verde: esperanza, naturaleza y vida.
Dorado: riqueza y éxito.
Plateado: gratitud y humildad.
Azul: reconciliación.
Blanco: fe y alegría.

Al sonar de las campanas
Anuncian la alegría por el nacimiento del niño Jesús y la llegada del Año Nuevo, momento propicio para trazar metas, conseguir el impulso y la buena suerte para cumplirlas. Al estar guindadas y rozar con el viento generan su singular tintinear, que se cree tiene el poder de espantar a los malos espíritus nocturnos.

¡En el tope!
Colocar la estrella en la punta del árbol es una de las tradiciones más bonitas cuando se decora, es un compartir familiar y el indicativo que todo está listo para que comiencen las festividades. Más allá de eso, simboliza la buena suerte, el dinero, la esperanza y la luz guía para tomar las mejores decisiones para el año venidero. Podemos hacer un cambio y colocar un ángel en lo más arriba, buscando la protección, la confianza y seguridad.

Una buena iluminación
Pero no exagerada, lo ideal es que las luces sean de tonalidades amarillas, buscando la calidez. Combinarla con un tono de color diferente le puede dar ese toque personalizado al diseño, sin quitar el mensaje original, consolidar la fe y la esperanza con actitud positiva.

Algunas monedas
La creatividad es la esencia para adornar el arbolito, y el Feng Shui nos da muchas opciones que resaltarán tanto para el diseño como para mover y atraer las energías. Colocar pequeñas monedas (pueden ser chinas) en lugares estratégicos dentro de las ramas del árbol, traerán buenas oportunidades profesionales y el hecho de acumular dinero.