Andrea Bocelli. Un hombre sinónimo de elegancia y muestra de resiliencia. Músico innato que, desde muy pequeño, demostraba un talento que supo aprovechar, alimentar, pulir y convertir en su forma de vida.

Vista y voz
La ciudad de Lajatico en La Toscana se convirtió en su sitio natal un 22 de septiembre de 1958, cuando nació con un glaucoma congénito que, a la edad temprana de 12 años, empeorado por un accidente futbolístico, lo sentenciaría a quedarse sin vista.

 
Sus padres, Edi Aringhieri y Alessandro Bocelli, lo apoyaron en su gusto por el canto y la música. Particularmente su madre siempre apostó por él, desde el día uno cuando se negó al aborto luego de saber la condición visual con la que venía. A los 6 años, Andrea comenzó oficialmente su periplo musical, recibiendo las primeras lecciones de piano para luego continuar con la flauta y el saxo.

Como dato curioso, te contamos que, además de música, estudió y ejerció por poco tiempo la carrera de derecho. Solía cantar en bares y restaurantes para pagarse sus estudios y, gracias a esto, también conoció a su primera esposa.

Despegue exitoso
Ganar en la sección de “Nuevos Talentos’ de la edición #44 del reconocido Festival de San Remo lo hizo despegar profesionalmente. En aquella oportunidad, Bocelli, un amante del mar, interpretó “Il Mare calmo della sera”, ejecutando un triunfo indudable y demostrando la madera de la que estaba hecho.

 
De allí en adelante ha sido actuación tras actuación y éxito tras éxito. Sugar Music sería la discográfica con la que firmaría su primer contrato y diera un paso contundente para construir una carrera musical, donde ha tenido la oportunidad de “carear” y completar su poderosa voz con la de otros cantantes extraordinarios como Céline Dion, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Stevie Wonder, Michael Jackson, Bryan Adams, Zucchero, Ed Sheeran, Sarah Brightman, Marta Sánchez, Eros Ramazzotti, Laura Pausini, entre otros.

Y así como ha compartido escenario con diversas estrellas, también ha sido partícipe de actos oficiales en el Vaticano para diferentes Papas, actuó en el concierto de coronación del actual rey Carlos III de Inglaterra, ha deleitado el público presente en diversos actos de la Casa Blanca, entre otros importantes eventos.


La ópera: un capítulo aparte
Bocelli tiene una voz indudablemente poderosa y sensiblemente emotiva. En su repertorio puedes encontrar desde música clásica hasta piezas tradicionales italianas y canciones del género pop. Sin embargo, su gran pasión ha sido la ópera y, aunque no lo creas, al principio, aún deleitando al público, no convencía del todo a la crítica. Fue víctima de fuertes comentarios que, obviamente, hoy en día han quedado atrás.

 
Dentro de su carrera en la ópera destaca su primera participación en 1998 como protagonista de La Bohème de Puccini, con la que comenzaría a cumplir su sueño como cantante de este género y sus nominaciones a los Premios Grammy en ese mismo año y nuevamente en el 2000.

Álbumes exitosos como Aria, Romanza, Love in Portofino y Sogno; óperas completas como Tosca y Werther; así como participaciones en Carmen, Pagliacci y Cavalleria Rusticana, lo consolidan como uno de los mejores artistas de la historia contemporánea.

El hoy: 30 años de carrera y su hijo Mateo
Andrea llegó a la cúspide de su éxito entre los años 90 y los 2000. Este año, celebró a mitad del mes de julio sus tres décadas de fructífera carrera como cantante lírico con un trío de conciertos en el Teatro del Silenzio de su Toscana natal, donde estuvo acompañado de figuras como Zucchero, Plácido Domingo, José Carreras, Jon Batiste, Shania Twain, Laura Pausini, Tiziano Ferro, el actor Russell Crowe y hasta la colombiana Sofía Vergara.

 
No se puede negar el éxito de este tenor italiano, que fue criado en la granja de sus padres, donde consiguió -con todo y su discapacidad- el ambiente justo para crecer, formarse y refugiarse en la música… mundo que le ha permitido surgir y alcanzar la sorprendente cifra de 75 millones de copias de discos vendidos y estar rodeado de admiración y afecto por parte de muchísimas personas en el mundo entero.

Y como lo que se hereda no se hurta, actualmente Andrea tiene la bendición de poder disfrutar del indiscutible talento de sus hijos, como Virginia y Mateo, con los que ya ha compartido varias veces escenarios y regalado a diferentes audiencias presentaciones cargadas de sentimiento y profesionalismo.

Relata Bocelli en su web oficial que su hijo Mateo (con el que lanzó su primero sencillo en 2018, titulado Fall on Me), no sólo cuenta con un talento ensordecedor, sino con una disciplina que cree lo llevará muy lejos en el mundo de la ópera que ambos tanto aman.

 
“De niño, aprendí a soñar con mi futuro en el encantado silencio de estas colinas. Luego, la vida hizo que ese sueño se hiciera realidad. Hoy, 30 años después, sólo puedo imaginar celebrar mi carrera y mi vida, su fuerza y su maravillosa belleza aquí en el Teatro del Silenzio, rodeado de tan maravillosos artistas y amigos. Quiero agradecer a todos los que ayudaron a que mis sueños de infancia se hicieran realidad con un concierto inolvidable”, expresó en un comunicado.

A sus casi 66 años y con una bella familia a su lado (su esposa Verónica y sus tres hijos: Amos, Matteo y Virginia) confiesa que su mayor éxito es su vida misma y hacer aquello que más ama: ¡cantar!