INGENIOS Fredy Ferreira
Por Aimara V. Cañizales Garmendia @aimavalen
En movimiento
Este artista plástico venezolano decidió hacer caso a su voz interna y dejar fluir su lado artístico puro y duro. Ama lo que hace y cree que, a través de su obra, se muestra a sí mismo
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Formalmente, desde el 2019, Fredy Ferreira aceptó que es artista y lo hizo con la madurez necesaria para acabar con pensamientos que lo mantuvieron alejado de esta carrera desde que era un adolescente. Y es que este caraqueño nacido en 1975 sintió siempre la necesidad de expresar su creatividad, pero su racionalidad le hizo jugadas tácticas y, primero, se convirtió en diseñador industrial del Instituto de Diseño de Caracas. Adora su profesión; sin embargo, ya está clarísimo que su actualidad es el arte.

Familia y comienzos
De manera familiar y cercana, nos contó que su mamá combinaba tareas de ama de casa con manualidades y actividades artísticas como pintura, dibujo y cerámica. Eso lo llevó a estar siempre en contacto con ese mundo y a poner su atención en todo aquello que fuera expresión artística. Hoy comparte hogar con su esposa Clara Sousa y sus dos hijas, Ana Sofía y María Victoria, a quienes describe como maravillosas.

Para llegar a lo que está haciendo hoy profesionalmente, tuvo que pasar por lo que cuenta fue “una etapa muy íntima, donde comienzo a concientizar y cuestionar todas las ideas que me llevaron a no reconocerme como artista. A partir de ahí comencé un proceso que me llevó a redescubrirme y aceptarme como artista, y es de las cosas más hermosas que me han pasado en la vida”.

Hoy afirma ser un artista cinético, pero también abstracto y geométrico que “transmite ideas y emociones a través del dinamismo, relieve, contraste, forma, movimiento, color y volumen” con su arte que, según cuenta, “es un camino para explorar impulsos, emociones, ideas y conceptos que quiere expresar”.



2019: No hay vuelta atrás

Destacamos este año porque es cuando Ferreira comienza a producir obras formalmente. Imposible no preguntarle por su obra primogénita, a la que recuerda haber llegado después de todo un proceso donde, quizás, no consciente del todo, estaba haciendo exhaustivamente una investigación para finalmente llegar a su propuesta final de este inicio. Es así como nació la primera obra de la serie “Waves”, donde por primera vez se atrevió a explorar las posibilidades de expresar movimiento a través de puntos y color.

Esta serie aún está vigente y creciendo junto a otra llamada “VibraLíneas”, a lo que se encuentra avocado este artista, quien además está enfocado en estudiar todas las formas posibles de crear y expresar movimiento, geometría, color y belleza.



Color, elemento fundamental
Sin ningún titubeo admite que puede tener muchos colores favoritos, pero que el azul es su preferido. Cree que esto se debe a una identificación personal con lo que este tono representa para el ser humano: paz y calma.

“El color es un elemento fundamental de mi trabajo. Expresa emociones, pero también tiene un componente estético inseparable de mi propuesta, porque con las escalas de luminosidad, refuerzo el movimiento que se percibe frente a la obra”. Aparte de colores, siempre es importante hablar de materiales… Ferreira se inclina por el acrílico, la pintura acrílica automotriz y el aluminio. No obstante, más adelante planea utilizar también la madera natural y el acero.



Buscar, disfrutar, crear
La satisfacción de crear algo a partir de impulsos internos, por motivación propia y ganas de ver, palpar y sentir una pieza que sale porque de otra manera no lo hubiera hecho o no hubiera sido posible, es lo que más le gusta del trabajo artístico.
 
El superarse constantemente a sí mismo también es algo placentero a la hora de crear.

Ferreira es de los que cree que cada artista busca expresar lo que es como individuo y que con cada creación expone su ser al público, lo que ocurre en la mayoría de las ocasiones, o también para el disfrute propio, donde la vulnerabilidad de exponer su personalidad no existe, pero obviamente, sí la exposición de su sentir y pensar.

“Cuando realizamos una obra, se busca confirmar una idea, un principio, una corazonada. Siempre son las emociones, ideas y personalidad propia las que configuran esa obra”. Para él, continúa diciendo, la obra es “la representación del artista en una configuración no humana”.

Y esto, sentimos, es lo que es Fredy Ferreira como artista: un hombre que se entrega de manera absolutamente humana y franca a sus obras y las va viviendo y concibiendo en el día a día, mientras experimenta situaciones. Al mismo tiempo que vive y ve cosas, va construyendo sus obras, porque todo lo que le resuena con sus ideales artísticos siente que impulsivamente lo convierte en una pieza de arte.

Para él, su futuro es el presente, pero tiene muchos proyectos, ideas que explorar y, sobre todo, muchas ganas de seguir haciendo arte.




1. “La obra es la representación del artista en una configuración no humana”

2. Su color favorito es el azul



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