Pero ahora, ya sabemos que el llamado earthing también conocido como grounding, puede traer más beneficios que una simple tranquilidad. El descalzarte y caminar en contacto con la tierra, la arena o la grama puede brindarte muchas cosas más que elevan tu salud y te recargarán, literalmente, de energía positiva y equilibrio mental.

Más que caminar descalzo
Tumbarte en una grama viendo el cielo, colocar los pies sobres las patas de metal de tu silla de trabajo, dar un paseo por la orilla del mar y que se mojen tus pies, y hasta estando sentado trabajando, conectarte con la tierra resulta hoy una de las mejores prácticas que puedes ejecutar y no tienes que disponer de mucho tiempo libre.

El grounding no necesariamente tienes que hacerlo en algún espacio exterior, porque a veces las rutinas pueden complicarse y no podemos desplazarnos, pero la idea es que tomes conciencia e incluyas esta práctica que te brindará salud y felicidad.

¿Qué dice la ciencia?
Científicamente la explicación es que como somos seres de energía, a veces necesitamos de esa conexión con la tierra que posee su propia energía y aún más, en estos momentos donde los artefactos electrónicos forman parte de nuestra rutina y nuestros ambientes están sobrecargados.

 
La superficie de la tierra tiene carga eléctrica y además funciona como conductora. Así, al caminar descalzos nuestro cuerpo se descarga de la energía electrostática acumulada y absorbe los electrones cargados negativamente. Esto se traduce en que, al absorber la energía de la tierra, alcalinizamos nuestro organismo recargándolo de electrones y aumentamos nuestra capacidad antioxidante para neutralizar los radicales libres.

 

Muchos beneficios
Caminando descalzo e incluyendo cualquier práctica en la naturaleza que forme parte del earthing podemos obtener muchos beneficios:
- Reduce la viscosidad de la sangre, factor de riesgo en el desarrollo de aterosclerosis.
- Reduce la inflamación y mejora la respuesta inmune, además de mitigar el dolor.
- En deportistas, reduce el daño muscular y acelera la recuperación.
- Regula el sistema nervioso autónomo, mejorando, por ejemplo, la variabilidad de la frecuencia cardíaca.
- Mejora el estado de ánimo.
- Regula varios procesos fisiológicos, como el control de la glucosa en pacientes diabéticos o la presión arterial .
- Genera un efecto positivo en la actividad eléctrica del cerebro.
- Mejora el sueño y reduce los niveles de cortisol nocturno.

En la naturaleza sanamos
No hay etiquetas en esto del grounding. Atrévete a quitarte el calzado, relajarte y sanar a través de la naturaleza y nuestra madre tierra. Desde cualquier punto de vista que lo veas, ir a la playa a dar un paseo o al parque que tengas más cerca de casa, te va a permitir bajar tus niveles de cortisol, sentirte más tranquilo y sonreír, casi, sin darte cuenta.