La urbanización Las Mercedes, uno de los grandes ejes comerciales y financieros de nuestra capital, alberga al Centro Automercado, una muestra del esfuerzo modernizador que caracterizó a nuestro país a mediados del siglo XX. La Caracas de ese tiempo se transformaba de una ciudad casi rural con almacenes, pulperías, boticas y bodegas, rodeada por haciendas de caña de azúcar y café, a una metrópolis moderna coincidente con los tiempos que estaba viviendo, en un tiempo en donde Venezuela figuraba entre los principales productores de hidrocarburos del mundo.

Obra de Rockefeller
El gran promotor de este centro comercial fue el reconocido empresario norteamericano Nelson Rockefeller, accionista principal de la Creole Petroleum Corporation, mayor empresa petrolera de Venezuela, y propietario del Hotel Ávila, entonces el más lujoso de la capital, inaugurado en 1942.
Rockefeller, interesado en el porvenir del país y sus potencialidades, fue un gran impulsor del desarrollo, consiguiendo alianzas con empresarios venezolanos y, gracias al apoyo del Estado, organizó empresas productoras de lácteos, cárnicos y agroindustria en general, así como centros de distribución de esos productos en unos modernos supermercados a través de la Corporación Internacional de Economía Básica (IBEC por sus siglas en inglés).
Uno de sus arquitectos, el estadounidense Donald Hatch, figura vinculada con la familia Rockefeller, fue el encargado de proyectar en el Centro Automercado una estructura muy moderna, utilizando los mejores materiales y técnicas de construcción de la época. El metal, el vidrio, sus amplios espacios luminosos y la simplicidad de sus formas, convirtieron enseguida a este centro comercial en una de las atracciones arquitectónicas de la Caracas en la década de los años 50. Copiada una y otra vez, la edificación creó un estilo de arquitectura inédita para Venezuela. El proyecto fue concebido como un espacio casi abierto muy innovador, conformado por diversos locales comerciales e, incluso, una fuente de soda tal como las había en los Estados Unidos.

Lo que fue y lo que es
El local principal estaba destinado a un gran supermercado muy moderno, admirable para los caraqueños de ese entonces, aclimatado con aire acondicionado para distribuir los alimentos producidos por IBEC y ofrecer a los consumidores una extensa gama de productos de primera calidad. La edificación se complementaba con un cómodo estacionamiento de 150 puestos, inigualable en esa apacible Caracas, rodeando a los locales comerciales.
De esta manera, el Centro Automercado permitió a los caraqueños experimentar por primera vez el sorpresivo impacto de una modernidad recientemente hallada, iniciando un proceso que transformaría su calidad de vida. En una parcela de 8.200 metros cuadrados, se concentraron en 1954 los símbolos del American way of life (el estilo de vida estadounidense y los valores vinculados a ello), pero ahora en tierras tropicales, como demostración de la importancia de Venezuela en materia petrolera.
Sin embargo, el Centro Automercado no es hoy sólo un recordatorio del pasado. Al llegar a estos 70 años, la estructura se ha remozado sin perder su carácter original y sigue vigente como un testimonio palpable de la modernidad venezolana. Sus 22 locales comerciales brindan un espacio de encuentro privilegiado para los habitantes de la Caracas de hoy en día y está hermosamente conservado como una demostración de su permanencia en el tiempo.