Este diseñador de moda ha explorado por más de 40 años las diferentes facetas de la sofisticación en sus diseños. Con sus nuevas fragancias, quiso transmitir sensación de poder, glamour, aventura, adrenalina y de vivir la vida a plenitud
A-AA+
Fragancias poderosas y glamorosas
Las fragancias Michael Kors, tanto para mujer como para hombre, tienen que ver con la fuerza y la sensualidad. Desde sus frascos opulentos y llamativos hasta sus notas diferenciadoras (jazmín, pachulí, bergamota y salvia), transmiten una sensación de elegancia y fortaleza.
Para ella Michael Kors Pour Femme es atrevida e inolvidable, floral, amaderada y almizclada. Tiene un acabado sofisticado que perdura en la delicada piel femenina y la envuelve en lujo y sensualidad para irradiar sofisticación, belleza y fuerza. Sus notas de entrada son de mandarina fresca, pimienta rosa y grosella negra. Su corazón es un refinado ramo de delicados jazmines y energéticas rosas, modernizadas por la armonía de chispeantes notas frutales con una base amaderada. En el fondo, la sensualidad profunda y duradera del perfume se revela gracias a la estela de notas como la dulce vainilla, el seductor almizcle y las hojas de pachulí.
Para él Michael Kors Pour Homme es una colonia potente, duradera, cítrica, especiada y amaderada. Captura una energía masculina moderna, evocando alegría y calidez. También es matizada, profunda y, gracias a la combinación de aromas de mar y tierra, tiene un efecto fresco, aromático e inesperado. Su apertura es vibrante y provocativa por las notas de bergamota, pimienta rosa y lavandín. Su corazón es limpio y masculino, incluyendo notas como el acorde de olas del mar, salvia clara y geranio. La base es cálida, aterciopelada, con notas de pachulí, vetiver y ámbar gris.
Diseño que une La presentación de ambas fragancias es en fascinantes frascos que tienen eslabones de cadena de gran tamaño y luminosidad, un elemento característico de Michael Kors, ya que para él la cadena es un poderoso símbolo de la moda, que denota finura y vanguardia, que se aprecia tanto en el brillo del tapón como en la zona central, simbolizando opulencia, refinamiento, conexión e individualidad.