1. Haz planes, no resoluciones
Analiza esos hábitos que deseas cambiar y crea tu propio plan en base a pequeños pasos que te lleven a conseguir esa meta de forma realista y sin sentirte abrumado. Tampoco tienes que iniciar el primer día de enero ni dejarte presionar por los demás. Cuando no lo haces porque tú quieres, sino porque te sientes obligado, las probabilidades de conseguirlo son bajas.
2. Aprende a aceptar la imperfección
Durante la temporada navideña, las expectativas son altas para organizar la mejor reunión, dar el mejor regalo o demostrar felicidad. Aunque las cosas no salgan como esperabas o “perfectas” según tus parámetros, igual pueden ser placenteras.
3. Practica la gratitud
Estas fechas pueden ser muy difíciles para quienes hayan tenido alguna pérdida importante durante el año, bien sea de un familiar, amigo, mascota o, incluso, algún bien material. Si es tu caso, céntrate en lo que tienes y mantente presente en el momento. Puedes llevar un diario de gratitud o practicar la respiración profunda.
4. Lleva una dieta equilibrada
La Navidad puede ser una época en la que se abusa de la comida (sobre todo alta en azúcares y carbohidratos) y el alcohol, pero estos excesos pueden tener un efecto en tu salud mental y bienestar. No es que no puedas consumirlas, pero la moderación es clave. También recuerda hacer ejercicio regularmente y dormir bien.
5. Toma tiempo para ti
En un mundo tan ajetreado, es fundamental reconocer la importancia de tomarse un tiempo para uno mismo como aspecto fundamental para mantener la salud mental. En medio de compromisos personales, profesionales y sociales, encontrar un momento para el cuidado personal se convierte en una poderosa herramienta para el bienestar general.
Tomarse un tiempo para uno mismo no es un lujo, es una necesidad.
6. Establecer límites
En Navidad y Año Nuevo, te puedes ver “obligado” a compartir con personas que no son de tu agrado o que sabes que pueden hacer un comentario que te resulte hiriente. Puedes evitarlas de un todo o reducir el contacto con ellas al mínimo y hacerles saber cuando algo que dicen es inapropiado. Y recuerda, no necesitas de su permiso para cuidar de ti mismo.
7. No te compares
No estés pendiente de lo que otros pudieron comprar y/o regalar y tú no. Tampoco te dejes atrapar demasiado por las resoluciones de Año Nuevo de los demás. Establece metas pensando sólo en ti.
8. Ponte un límite de gasto
Algo que puede contribuir al estrés navideño es el dinero. Muchos aspectos de la temporada giran en torno a la compra de regalos o de alimentos y bebidas para reuniones. Es importante establecer un presupuesto para no tener que preocuparse por el dinero.
9. Está bien buscar apoyo
Alcanzar las metas puede ser más fácil cuando se hace con otras personas. Considera unirte a grupos o comunidades con objetivos similares para conectarte con personas que puedan brindarte aliento y sentido de responsabilidad.
10. Prueba tradiciones nuevas
Si alguna de tus tradiciones no las puedes cumplir este año, bien sea porque la familia está separada viviendo en diferentes países o tu presupuesto no da para ello, intenta hacer nuevas actividades que también te llenen de felicidad.