Piel y sol
Por Beatriz Batita González
Un equilibrio delicado pero posible
En este artículo exploramos a fondo la relación entre la piel y el sol, desmitificando creencias comunes y ofreciendo consejos prácticos para una protección efectiva
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El sol, fuente de vida y energía, también puede ser un adversario silencioso para nuestra piel. A medida que disfrutamos de sus cálidos rayos, es crucial comprender los efectos que tiene sobre nuestro órgano más extenso. Desde el envejecimiento prematuro hasta el riesgo de enfermedades graves, la exposición solar demanda atención y cuidado.

Los dos lados del sol

"El sol tiene una cara buena y una mala", afirma la Dra. Susana Misticone, dermatóloga con amplia experiencia. "La buena tiene que ver con la síntesis de vitamina D, el bienestar que produce el aumento de endorfinas y la mejoría de ciertas enfermedades como la psoriasis. Pero también la exposición solar tiene efectos perjudiciales, desde el fotoenvejecimiento con arrugas y manchas, hasta el aumento del riesgo de cáncer de piel. La radiación ultravioleta (UV) daña el ADN de las células cutáneas, causando inflamación y cambios en la estructura de la piel". Estos efectos varían según el tipo de piel: las pieles claras (fototipos I y II) se queman más fácilmente y tienen mayor riesgo de daño, mientras que las pieles oscuras (fototipos IV a VI) tienen más protección natural por la melanina, pero aún así deben protegerse.


Protección solar diaria (no sólo al ir a la playa)
La Dra. Misticone enfatiza la importancia de incorporar la protección solar en la rutina diaria. "Esto incluye usar un protector solar de amplio espectro con FPS 30 o idealmente 50, que proteja contra la radiación UVA, UVB y la luz visible, aplicado en todas las áreas expuestas. También es crucial buscar sombra durante el intervalo de 10 am a 4pm, usar ropa protectora y re-aplicar el protector cada dos horas o después de nadar".
"El FPS mínimo recomendado es 30, pero lo ideal es 50, que ofrece una protección adecuada contra la radiación UVB, la principal responsable de las quemaduras", indica la doctora. "Para una protección óptima, se necesita una cantidad generosa de protector solar. Los FPS superiores a 50 son similares, por eso muchos dicen 50+". Es importante señalar que el protector debe aplicarse diariamente, no sólo cuando vamos a la playa o hacemos alguna actividad al aire libre. “Manos, rostro, cuello, pecho y brazos, deben llevar protector solar en el día a día, sin importar si trabajamos en oficinas cerradas”.
Es clave elegir un protector solar que se adapte a las necesidades de nuestra piel, por ejemplo, si usamos maquillaje en el día a día, debemos incluirlo como un paso básico en nuestra rutina de skincare. Si manejamos las manos deben estar protegidas porque al ir al volante los rayos de sol penetran la piel en esa zona. “Hay protectores solares para todo tipo, lo mejor es consultar a un dermatólogo y elegir juntos aquél que funciona para tu tipo de piel y hábitos. En las farmacias y tiendas de belleza y salud del país hay infinidad de presentaciones, así que no hay excusa”.



Nutrición para una piel radiante
"La alimentación juega un papel clave en la salud de la piel", explica la dermatóloga. "Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras de colores vivos, protegen la piel del daño celular por la radiación UV. Los ácidos grasos Omega-3, presentes en pescados, nueces y semillas, también son beneficiosos. La hidratación es esencial, así que hay que beber suficiente agua". No obstante, la Dra. Misticone aclara que la alimentación por sí sola no es suficiente, siempre debe ir acompañada del correcto uso del protector solar.



El protector solar ideal: ¿orgánicos o minerales?
Existen protectores solares químicos y físicos (minerales). Los químicos absorben la radiación UV y son más ligeros, mientras que los físicos reflejan la radiación UV y son ideales para pieles sensibles. La elección depende del tipo de piel y las actividades. Para deportes o agua, se recomiendan fórmulas resistentes al agua, y para pieles sensibles, productos hipoalergénicos y sin fragancia. Actualmente hay gran variedad de protectores solares muy bien logrados cosméticamente, hasta en polvo compacto, base de maquillaje, barras y spray. “No hay excusa para dejar la piel desprotegida”, afirma la especialista.
Los protectores solares orgánicos o minerales, con óxido de zinc o dióxido de titanio, son ideales para niños y pieles sensibles. Sin embargo, pueden dejar un residuo blanco. Los protectores químicos son más ligeros, pero pueden irritar pieles sensibles. Ambos son efectivos, y la elección depende de las necesidades individuales.



Mitos sobre el protector solar
"Un mito común es que sólo se necesita protector solar en días soleados, cuando los rayos UV dañan la piel incluso en días nublados", advierte la Dra. Misticone. "Otro mito es que las pieles oscuras no necesitan protección, lo cual es falso. Para diferenciar información veraz de la falsa, es importante consultar fuentes científicas y profesionales".

Medidas adicionales

Además del protector solar, se recomienda usar ropa protectora, evitar la exposición directa al sol de 10am a 4pm y buscar sombra siempre que sea posible.

Signos de daño solar
"Es crucial vigilar cualquier cambio en la piel, como manchas nuevas, cambios en lunares, picazón, sangrado o heridas que no sanan", señala la dermatóloga. "Estos pueden ser signos de daño solar o cáncer de piel. Ante cualquier cambio, se debe acudir a un dermatólogo".



Dra. Susana Misticone, dermatólogo
Médico especialista en dermatología cosmética y láser, adultos y niños.
Contactos. Teléfonos: 951.82.64 o al 0412-224.07.80 / IG: 
@dermamisticone


La protección solar es un hábito fundamental para mantener la salud de nuestra piel.