Sucesos
Enfrentando el acoso y la violencia escolar
9 de octubre, 2022
Por: D' HOY CARLOS
A mediados del año escolar pasado, una ola de videos sacudieron las redes sociales. El acoso salía de las sombras y quedaba registrado en decenas de videos que circularon en las principales redes sociales y de mensajería. En los videos se podían observar violentas agresiones de jóvenes contra jóvenes.
Con la celeridad que caracteriza a las autoridades, cuando se trata de denuncias muy mediáticas, la fiscalía dejaba de lado la indiferencia ante el problema escolar y el propio el fiscal general de la República, Tarek William Saab, se lanzó en una cruzada para pacificar los planteles.
Con una nueva ley bajo el brazo Saab se presentó ante la Asamblea Nacional y anunciando sanciones no solo contra los agresores, sino que además se acusaría a docentes y directivos de las escuelas. Así de un plumazo estudiantes y profesores comenzaron a compartir las celdas de las prisiones venezolanas, en el inicio de una campaña contra la violencia en las escuelas.
La violencia va a la escuela
A juicio del abogado y coordinador general de Cecodap, Carlos Trapani, “el acoso y la violencia escolar son parte de una realidad que ocurre desde hace muchísimos años en nuestro país. Estas expresiones de violencia estaban invisibilizadas y eran ignoradas por autoridades escolares, policiales y judiciales, por no tener un marco jurídico claro que reconociera, expresamente, la violencia y el acoso escolar como expresión de delitos y faltas”.
Quizá el problema estuvo oculto debido a cierta ingenuidad de los legisladores, quienes en la Ley Orgánica de Educación apostaron por la convivencia escolar pacífica como norte de la cohabitación en los planteles, sin asumir la violencia entre jóvenes como un problema que debía ser delimitado y frenado a tiempo.
“El acoso escolar salió de los pasillos de los colegios como consecuencia de que hoy en día hay una mayor sensibilización sobre el impacto del acoso en las personas; además, las nuevas tecnologías y particularmente las redes sociales ayudaron a visibilizar el problema y dejaron en evidencia que no se trataba de un problema aislado, sino que era generalizado y que requería ser atendido con urgencia”, agrega el abogado Leonardo Rodríguez Angola vocero de la organización no gubernamental, Jóvenes y Desarrollo.
Víctimas y victimarios
Uno de los grandes problemas con la violencia escolar es ¿cómo diferenciar entre potenciales víctimas y posibles victimarios?
Trapani señala que según datos recabados por Cecodap durante su experiencia en la atención de los más pequeños, “el acoso físico es mucho más frecuente entre niños y adolescentes varones y el acoso relacional es más frecuente entre niñas y adolescentes de sexo femenino. Ni el acoso ni la violencia distinguen de sexos.”
Si vamos a criterios de edad, el acoso es mucho más frecuente entre niños, pero la violencia entre adolescentes. El acoso no está relacionado a una clase social. Ambos problemas se dan independientemente del estrato social en que se encuentre el plantel. “Nosotros hemos encontrado excelentes experiencias de convivencia en sectores populares al igual que en los más favorecidos y nos hemos encontrado con graves problemas en ambos”.
Agrega que para atajar problemas de convivencia como el acoso y la violencia escolar, es necesario que en la escuela existan espacios de prevención, así como el diagnóstico del problema, “y en momentos de conflicto se pueden atender a tiempo los problemas y que los estudiantes en general cuenten con los canales para hablar de sus problemas, de los conflictos que los están afectando. Con esos canales se cierra, la violencia se materializa.
Acoso, ley, castigo y polémica
La polémica surgió cuando el Fiscal anunció que el acoso y la violencia escolar serían castigados, pero no solo se castigaría a los infractores directos, los alumnos, sino que además se imputaría, por indiferencia, a los actores indirectos, en este caso docentes y directivos de planteles, y de pronto encontramos a varios maestros tratados como criminales comunes.
Rodríguez Angola destaca que nos encontramos con varios corresponsables: El adolescente, la familia, la sociedad y el Estado.
El estado debe legislar con enfoque que garantice una educación para la paz y la convivencia. El adolescente es corresponsable de su propio proceso educativo y de sus acciones. La familia debe ser garante de la crianza de niños y adolescentes. “Siembra los valores y debe aplicar los correctivos necesarios, y la sociedad, o sea nosotros estamos llamados a generar las condiciones de convivencia pacífica y de buen trato”.
“En otras palabras, no se puede dejar en la escuela la responsabilidad exclusiva de prevenir el acoso y la violencia escolar. Creo que es un trabajo conjunto que debe hacerse, desde la sensibilización que pueda hacer la familia en cada adolescente, así como la necesidad de que la familia asuma un papel mucho más activo en la educación y corrección de niños y niñas, pasando por la creación de espacios para la convivencia en escuelas y comunidades, hasta una legislación no punitiva, sino educativa, que corrija estos problemas”.
Complementaria
Exceso de expectativas
Pereira destaca que “se ha generado una expectativa muy alta sobre cómo la ley solucionará todos estos problemas, pero eso no será así, si la ley no dispone de los recursos y mecanismos necesarios para abordar integralmente el fenómeno”.
“El acoso escolar no terminará con las denuncias en los tribunales. Los casos que terminen en las cortes, serán los más evidentes o los que generen daño físicos, pero la totalidad de los casos a abordar requerirán mucho más que eso. Es necesaria una legislación que defina políticas públicas, requiere de programas, presupuestos, recursos, capacitación necesaria del personal, además es necesario informar a los estudiantes y sus familias para abordar el fenómeno”.
Rodríguez Angola agrega, que la solución no es castigar con la privación de libertad o con un juicio al adolescente incurso en temas de bullying, porque al final el problema no va a acabar ni se va a asustar a los demás adolescentes, la dirección correcta es educar a los alumnos , sus familias y la sociedad.
Leyendas
Es necesario que la violencia y el acoso escolar sean atendidos de manera integral y no punitiva y coyuntural
Epígrafe 1
“El acoso escolar no terminará con las denuncias en los tribunales. Los casos que terminen en las cortes, serán los más evidentes o los que generen daño físico, pero la totalidad de los casos a abordar requerirán mucho más que eso.
Fernando Pereira Cecodap
Epígrafe 2
“No se puede dejar en la escuela la responsabilidad exclusiva de prevenir el acoso y la violencia escolar”.
Leonardo Rodríguez Angola, vocero de la ONG Jóvenes y Desarrollo