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viernes, 18 de abril de 2025
Tecnología
El VAR demuestra que la tecnología en el fútbol puede fallar
11 de diciembre, 2022
Por: VERGARA ALIDA
El más reciente Mundial, Qatar 2022, el fútbol sigue demostrando por qué es el deporte rey, pero más allá de la fanaticada, la pasión, los estadios, las locaciones maravillosas en las que se lleva a cabo, la tecnología desplegada sorprende y apasiona.

Son muchas las empresas que se dedican al diseño y prestaciones de servicios tecnológicos que están demostrando sus más recientes desarrollos para optimizaciones.

El polémico VAR

Es posible que la tecnología ofrezca una mayor precisión, pero ¿a qué costo? Los tradicionalistas se quejan de que el VAR ha puesto en peligro los valores del deporte rey, traduciéndose en una pérdida de tiempo, restando poder a los árbitros y creando controversias.

Desde su introducción en las leyes oficiales del fútbol en Rusia 2018, el uso del VAR, imprimió un poco de polémica a los árbitros fuera de la cancha que monitoreaban múltiples transmisiones de video, incluso se les responsabilizó de identificar errores, cuando el caso estuviera relacionado con determinar goles y penales; mostrar tarjetas rojas; y confirmar la identidad de jugadores que habían sido sancionados.

Sin embargo, las pruebas demostraron que el VAR aumentó la precisión de la toma de decisiones; en promedio, un árbitro toma 137 decisiones observables durante un partido de fútbol en el marco de un mundial, y la mayoría de ellas ahora se revisan casi en tiempo real.

En la Copa Mundial de Rusia, la FIFA descubrió que, de los 455 incidentes revisados por el VAR, los árbitros habían tomado las decisiones correctas en el 99,4% de los casos, en comparación con el 95,6% sin él. Una de las consecuencias fue que los árbitros detectaron más infracciones, concediendo 29 penales (9 de ellos como resultado de las revisiones del VAR) en comparación con los 13 del anterior Mundial de Brasil. Pero el uso del VAR también prolongó la duración de los partidos.

De manera que dos de las lecciones fundamentales que se pueden tomar del uso del VAR, aplicables a la adopción de muchos otros sistemas de toma de decisiones es que la tecnología nunca debe utilizarse simplemente porque existe, y que debe emplearse únicamente en situaciones claras y limitadas en las que se pueda demostrar que mejora el proceso, para informar la decisión de un experto humano, no para sustituirla. Y es que la tecnología debe al menos tratar de resolver un conjunto de problemas, no debe crear otros nuevos.

La otra lección es que debería ser vital que los usuarios -y los hinchas- entiendan cómo funciona el sistema y confíen en su metodología. Los sistemas de caja negra pocas veces son una buena idea. Garantizar que las decisiones puedan explicarse, es tan importante para el VAR como para los sistemas de inteligencia artificial.

El principio detrás del VAR de "mínima interferencia, máximo beneficio" suena bastante bien, pero la experiencia demuestra la alta dificultad de implementación.

Asimismo, los jueces de línea robóticos no deben reemplazar a los jueces reales, y ofrecen una advertencia contra el uso de inventos simplemente porque existen.

Si el VAR se hubiera usado en México 86, seguramente se habría anulado el gol de la “mano de Dios”, de Diego Armando Maradona contra la arquería de Peter Shilton, de Inglaterra.

El balón más tecnológico

El balón oficial de Qatar 2022, Al Rihla de Adidas, incluye en su interior un elemento decisivo para la detección de las posiciones antirreglamentarias dudosas: una unidad de medición inercial (IMU por sus siglas en inglés).

Para seguir mejorando, se ha buscado una forma de minimizar los posibles errores que se puedan dar. Un buen ejemplo ha sido la comprobación de la posición de balón sobre la línea de fondo, ya que antiguamente era una acción que no se podía resolver con exactitud.

Para ello, han desarrollado el balón aerodinámicamente más avanzado, al que le han incorporado un dispositivo que permite detectar, de forma semiautomática, los fuera de juego, pero requiere de la confirmación de una persona, en este caso un árbitro. En su interior integra un chip con dos sensores: UWB y IMU. Uno de ellos, es un sensor de banda que permite conocer la ubicación exacta del balón en todo momento del partido, además de que puede enviar esta información en tiempo real. Mientras que el segundo sensor, es una unidad de medición inercial, permitiendo conocer la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales que afectan al balón.

Debido a que este sistema funciona con una pequeña batería, tiene que ser cargado antes de cada encuentro, tal como se carga cualquier dispositivo móvil antes de ser usados.